Mirando al mar
Como cada año, Los Sabandeños abarrotaron dos sesiones en el Monumental. El concierto acabó en clamor, como siempre que se presenta este popular grupo canario ante el público madrileño. En esta ocasión, además, celebraban sus 30 años de historia y presentaban algunos temas de su reciente álbum, Mar, que hace el número 43 de su discografía.Para los amantes de las serenatas y los cánticos corales de taberna, escuchar a Los Sabandeños es toda una gozada. Los Sabandeños han sabido compaginar el folclor canario más tradicional con versiones vigorosas y llenas de calor de melodías inolvidables que siguen, dando la vuelta al mundo. La primera parte del espectáculo madrileño fue totalmente guanche: Isa de Luciano, San Borondón, Folías de la libertad, Malagueñas a Guacimara, La bandera de los pobres...
Los Sabandeños
Los Sabandeños, con la participación de Ariel Ramírez, Ana Belén, Luis Eduardo Aute y Caco Senante. Teatro Monumental. Madrid, 13 de noviembre.
En la segunda parte hicieron un leve recorrido por algunos temas muy populares que el grupo ha grabado a lo largo de 30 años, como la popular Dos cruces, La muralla (con Ana Belén), Envidia, El unicornio o Guantananlera (con Caco Senante). El público, feliz. Pero los mayores aplausos fueron para las canciones del nuevo disco, todas ellas muy conocidas: Mirando al mar, Viajera, Mar y cielo, A por el niar (con Luis Eduardo Aute).
El momento más emocionante de la velada fue la interpretación de Alfonsina y el mar, acompañada al piano por el autor de la música, Ariel Ramírez, actual presidente de la Sociedad de Autores Argentina. Se esperaba con mucho interés la intervención de Teddy Bautista entre los invitados, pero los problemas que vive el aeropuerto de Barajas en las últimas semanas le impidieron llegar a tiempo.
Los Sabandeños son un valor seguro de la música popular española. Y además están en alza, como lo demuestran las ventas millonarias de los últimos álbumes grabados por este polifacético grupo. Seguramente, porque eligen su repertorio con mucha vista y teniendo siempre muy presente la calidad.
Entre ambos conciertos sólo tuvieron 15 minutos de descanso. Es decir, estuvieron cantando prácticamente cuatro horas y media. Al final estaban tan frescos. Algunos, incluso, siguieron cantando a puerta cerrada por algunos bares del centro hasta el amanecer. Hay Sabandeños para rato.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.