Carmen Martín Gaite convierte en cuento un cuadro de Hopper
El Museo Thyssen inicia una serie de conferencias literarias
Carmen Martín Gaite entró ayer en Habitación de hotel, uno de los cuadros más representativos de Edward Hopper (1882-1967) y una de las joyas indiscutibles de la colección Thyssen-Bornemisza. En una charla de media hora, la escritora convirtió en cuento el lienzo, habló de la depurada realidad del pintor norteamericano y de como ésta se refleja en su, a la vez, luminosa y melodramática, obra. "Descubrí a Hopper en Nueva York. Me ayudó a compartir una soledad que también yo viví", afirmó Martín Gaite. La baronesa Thyssen, entre el público, añadió: "Este cuadro nos encanta a las mujeres".
La conferencia de Martín Gaite inicia el programa El cuadro del mes, con el que la Fundación Thyssen quiere convertir durante cada mes a uno de sus cuadros en protagonista. El 18 de enero, Antonio Muñoz Molina hablará sobre la obra de Christian Schad Retrato del doctor Haustein; le seguirán Rosa Regás, con Santa Catalina de Alejandría, de Caravaggio (1 de febrero); José Manuel Caballero Bonald, con Joven caballero en un paisaje, de Carpaccio (8 de marzo), y Manuel Vicent con Retrato de un canipesino, de Cézanne (19 de abril)."Muchas veces paseaba por Nueva York y mientras caminaba me decía: 'Mira, ahí hay un Hopper'. Él me ayudó a enten der Nueva York", continuó Martín Gaite en la primera de estas conferencias. La escritora subrayó la narrativa que contiene la obra del pintor neoyorquino. "Habitación de hotel es una novela. La mujer del cuadro busca algo que, sea lo que sea, no ha encontrado. Ni siquiera ha abierto el equipaje. Está harta. Es joven y no sabe qué hace ahí, ni a qué ha venido. Probablemente no tiene a nadie a quién llamar y, aunque lo tuviera, a esas horas no se puede llamar a nadie. Eso es algo que también conozco bien. La mujer está esperando a que pase la noche, quiere que sea de día para poder irse. Quiere escaparse, y por eso en las manos tiene una guía de horarios de tren [dato que aportó, antes de morir, la mujer de Hopperl. Está decidiendo hacia dónde escapar".
Entre el público que abarrotó el salón de actos del Museo Thyssen se encontraban Pilar de Borbón y los barones Thyssen. "Creo que la mujer del cuadro tenía una cita con alguien, y esa persona no se ha presentado. Por eso está así", dijo Carmen Cervera. "Estoy de acuerdo con Carmen Martín Gaite en que la ciudad está presente en el cuadro. Ahí, detrás de la ventana, se siente Nueva York".
En una entrevista realizada en 1956 a Edward Hopper, e pintor explicó: "Nunca he tratado de plasmar el paisaje americano. Yo siempre he querido hacerme a mí mismo. Lo que de verdad me interesa es el ego central, la personalidad, o como quiera que se Ilame a eso que poco cambia desde el nacimiento hasta la muerte. (...) Intento proyectar mi reacción más íntima al sujeto tal como aparece cuando más me gusta cuando los hechos adquieren unidad gracias a mi interés y mis prejuicios".
Babelia
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