Grandes y pequeños, a la greña por la reforma del Tratado de Maastricht
Los trabajos de la Conferencia Intergubemamental para la reforma del Tratado de Maastricht suscitaron ayer una pelea -disfrazada de elegancia diplomática- entre los grandes países, sobre todo Francia y Alemania, y los pequeños. La inició el primer ministro irlandés, John Bruton, advirtiendo de que la discusión "sería interminable si todos pusiéramos documentos sobre la mesa". Era una clara referencia a la carta conjunta del alemán Helmut Kohl y el francés Jacques Chirac, que supone una enmienda a la totalidad del borrador preparado por la presidencia irlandesa.
Kohl y Chirac repitieron los argumentos de su propia misiva, ignorando, salvo por cortesía, el borrador irlandés. Postularon mayor dureza aún que éste en la política de seguridad ciudadana y exigieron la ampliación de la toma de decisiones por mayoría cualificada. Les apoyó en todo, salvo en su propuesta de flexibilidad, Italia.
Por contra, el presidente de la Comisión, Jacques Santer, el holandés Wim Kok y el luxemburgués Jacques Poos, apoyaron el texto irlandés. Se sumaron a ellos el español José María Aznar, quien reputó ese texto de "excelente base para los trabajos futuros", y el británico John Major, quien respaldó el trabajo de Dublín.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.