La Santa Sede y el póquer

La Iglesia católica cubana, según fuentes eclesiásticas, se queja también de la reciente designación de Carlos Abella, ex cónsul de España en Miami, como nuevo embajador ante la Santa Sede. Abella es conocido por sus relaciones con los principales grupos anticastristas del exilio, y su nombramiento, justamente cuando el Vaticano y el régimen de Fidel Castro estrechan sus vínculos, es apreciado por la Iglesia como una "casualidad muy extraña".Por otro lado, empresarios españoles con negocios en Cuba han acusado al Gabinete Aznar de darles la espalda cuando se decide el futuro de la isla. Un inversor en Cuba lo explica así: "Es como si uno está en una partida de póquer y, después de calentar la mesa con mucho dinero toda la noche, se levanta para ir al baño en el momento de la gran jugada".