Diálogo

Puede haber un procedimiento eficaz para evitar la acumulación de manifestaciones que tanto incordian a los madrileños con frecuencia cada vez mayor: algo tan sencillo como tratar de evitar sus causas. Porque las protestas que hacen de Madrid el "manifestódromo nacional", colapsando sus ya de por sí congestionadas calles, tienen su origen, las más de las veces, en la falta de diálogo que suelen mostrar los dirigentes de la política nacional.Creen que la democracia consiste en celebrar elecciones cada equis anos para auparse en el poder y luego olvidarse de los programas y las promesas y gobernar de espaldas al pueblo, legislando, decretando, negociando, sólo asesorados por un grupo de técnicos encerrados en su torre de marfil y sin tener en cuenta las opiniones de los ciudadanos afectados.

Es lamentable que no se entienda que para resolver los problemas de los taxistas, de los agricultores, de los pescadores, de los mineros o de los ingenieros de caminos hay que contar con la opinión de los propios interesados, lo cual no quiere decir atender todas sus peticiones, someterse a todos sus caprichos, pero tampoco actuar a sus espaldas.

Sólo cuando los gobernantes. actúan democráticamente, oyendo a los afectados por sus decisiones y negociándolas con ellos, se evita la tensión que conduce a la protesta callejera como única salida-