Prohibir las armas biológicas

( ... ) Si queremos ahorrarle a la humanidad horrores bélicos todavía peores, es necesario un esfuerzo mayor para prohibir otro truculento producto del ingenio militar: las armas biológicas. El empleo de estas horribles armas, que pueden llevar la muerte y la enfermedad a personas, animales o cultivos, fue prohibido en 1925. Más de 130 países han ratificado la Convención de Armas Biológicas y Tóxicas de 1972 (BTWC), que prohíbe su desarrollo y producción. Pero la convención no tiene mecanismos internos de control. Estos deberían haberse formulado previamente a la próxima conferencia de revisión de la convención, la semana entrante. Sin embargo, los Gobiernos siguen discutiendo sobre sus principios generales. (...) Sin un decidido impulso político, las conversaciones pueden prolongarse durante años. Y si el acuerdo BTWC ha sobrevivido hasta ahora sin ese control, ¿por qué tener prisa? Una razón es que, a menos que la prohibición pueda hacerse efectiva, el tratado se desprestigiará. En torno a 20 países son sospechosos de tener o haber tenido programas de investigación militar para la obtención de esas armas. ( ... )Las armas biológicas, más fáciles de producir que las nucleares y capaces de extender la destrucción de forma más eficaz que éstas, pueden convertirse en un espeluznante recurso para los regímenes proscritos o para terroristas. ( ... )

Londres, 28 de noviembre