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El mercado del cine revienta de títulos

La producción española, que se ha duplicado en dos años, habla ya de regulación

Rocío García

ROCÍO GARCÍA En apenas dos años, el mercado del cine en España ha conocido un aumento espectacular de títulos. Al estreno continuo de películas americanas se ha añadido la subida un tanto artificial de filmes europeos por la necesidad de licencias de doblaje y el aumento de la producción española. Si en 994 el total de películas a estrenar fue de 45 títulos, este año se va a terminar con una cifra superior a 420, algo para lo que, según los sectores de la industria, el mercado español no está preparado. Y si todo el cine sale perjudicado, el eslabón más débil, que es el cine español, con más razón.

Ya no vale el boca a boca. Es la política de usar y tirar. Si un filme no tiene tirón el primer fin de semana de su estreno, está quemado. Ya no da tiempo a lo que en el mundo cinematográfico se conoce como calentamiento de un filme, que es el crecimiento lento pero constante del número de espectadores. Los viernes se acumulan los estrenos, sin que el público tenga capacidad de asimilarlos, y se retiran de la pantalla filmes exhibidos muy poco antes. Enrique González Macho, distribuidor independiente y exhibidor, califica de "locura absoluta" la situación del mercado. "En España estrenamos todo lo que se realiza en Estados Unidos, tanto los proyectos de las majors como el cine independiente, muchas películas europeas y las españolas. Eso hace que el mercado esté a reventar. Debería autolimitarse y, si no lo hace, limitarlo de alguna manera", dice González Macho, para quien esta situación perjudica a todos. "Ahora mismo hay en cartelera una película de Kevin Costner y otra de Bruce Willis, dos auténticas estrellas de Hollywood, que están pasando desapercibidas, cuando hace dos años hubieran sido un acontecimiento".Demasiado material

La misma opinión es compartida por Josechu Moreno, exhibidor del grupo Golem de Pamplona, que tiene 30 pantallas entre la capital navarra, Burgos y Logroño. "Como exhibidor, me asusta que haya este exceso. Absorbemos demasiado material. Los contratos de televisión han provocado que muchas películas se estrenan en las salas sólo para su comercialización posterior en las televisiones o en vídeos. En EE UU o Francia, por ejemplo, hay una clara división entre los filmes destinados a las salas y los que se hacen directamente para televisiones -tvmovies- o para vídeos", dice Moreno, para quien una de las causas de este reventón está en la llegada a las salas españolas de un número exhorbitante de filmes europeos por la necesidad de conseguir licencias de doblaje y de cubrir cuotas de pantalla.

Esta saturación del mercado afecta especialmente al cine español, el eslabón débil de la cadena. De las 44 películas producidas en 1994 se pasó a 59 ' el año pasado, y éste se va a terminar con 85 títulos. El propio presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España (FAPAE), Pedro Pérez, cifra en 60 el número ideal de largometrajes españoles para exhibir en cine, según las pautas actuales del mercado. "Por encima de ese número se complican los estrenos", dice Pérez. Hay películas que han esperado meses su exhibición, como El perro del hortelano, que se estrena ya esta semana. Quedan pendientes algunos títulos como Tranvía a la Malvarrosa, de José Luis García Sánchez, de momento sin fecha, o Más allá del jardín, de Pedro Olea, que se estrena en diciembre, igual que el primer largometraje de David Trueba, La buena vida.

Fernando Bovaira, director de la productora Sogetel, se muestra partidario de una regulación del mercado y apunta también que en España se están haciendo muchas películas que tienen difícil salida comercial. "La hinchazón del mercado repercute muy negativamente sobre aquellos filmes que no tienen una salida clara", señala Bovaira, que pone un ejemplo más que esclarecedor: el 20 de diciembre se estrenan siete películas que aborbarán 740 pantallas de las 2.000 que existen.

"Los productores tenemos que ser conscientes de nuestra capacidad, pero, si hacemos un esfuerzo de autorregulación, debemos exigir al mismo tiempo que no se nos inunde", dice el presidente de la FAPAE. Otro de los asuntos sobre los que incide Fernando Bovaira es que los estrenos de cine español han limitado sus estaciones. Sólo se estrena de septiembre a mayo, en la creencia de que el verano es nefasto. Esta idea ha sido derrotada por los americanos el verano pasado. Dos películas estrenadas en plena calorina, Mision imposible (julio) y La Roca (agosto), han conocido un gran éxito.

Ante este panorama, el director del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), José María Otero, cree que desde la Administración poco se puede hacer -"el mercado es libre y las medidas solo pueden ser indirectas"- y que la solución está en el marco de relaciones entre distribuidores, exhibidores y productores. "Hemos demostrado que sabemos hacer películas de calidad,' pero todavía no lo hemos hecho en el campo de la comercialización. Una reducción de un 10% o un 15% en el mercado mejoraría la explotación de los filines", dice Otero, partidario también de concentrar la producción en menos títulos para salas y pensar en la realización de tvmovies (telefilmes), que también crean industria. En este sentido, Otero anuncia que en el nuevo sistema de ayudas habrá unas especiales ara guiones de telefilmes.

Tres o cuatro bombazos

El año pasado, el cine español alcanzó una cuota de mercado del 12,5%, lo que, después de años de descenso, se interpretó como una más que buena noticia. Pero a finales de este año, esta cuota apenas llegará y con sudores al 10%. En 1995, películas como Two much, de Fernando Trueba; La flor de mi secreto, dirigida por Pedro Almodóvar; La pasión turca, de Vicente Aranda o El día de la bestia, dirigida por Alex de la Iglesia, entre otras, lograron una recaudación importante y lograron el salto desde el pobre 7, 1 % de cuota de mercado de 1994 al 12,5%.Pero en 1996 no ha habido filmes bombazos como para igualar la cuota del año pasado. Muchos confiaban en que la película El amor perjudica seriamente la salud, dirigida por Manuel G&mez Pereira, un realizador que no ha conocido el fracaso, sino siempre todo lo contrario, se estrenase en diciembre y así salvar la temporada. Pero El amor perjudica... no se exhibirá hasta el 9 de enero de 1997, un año en el que, aparte de este filme, también estará en cartelera la película que dirige en EE UU y México Alex de la Iglesia, Perdita Durango, y la que comienza a rodar en enero Pedro Almodóvar, Carne trémula.

El Presidente de los productores, Pedro Pérez, no se muestra especialmente alarmado, aunque sí algo preocupado, por este descenso ante las "películas en el horno" que no han entrado en esta estadística. "El cine español se mueve cíclicamente y este año no ha habido películas con mucho gancho", aclara Pérez, quien confía en los últimos datos positivos de dos películas estrenadas recientemente y que están funcionando bien -La Celestina y Más que amor frenesí- y en las dos que se exhiben este mes de diciembre: Más allá del jardín (Pedro Olea) y La buena vida (David Trueba). José María Otero, director del ICAA, afirma que 11 no podemos estar a expensas de tres o cuatro películas". "Deberían funcionar 10 o 15, y para ello hay que aumentar su calidad", añade.

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