Uno de los actos de piratería aérea más sangrientos

El trágico resultado del secuestro del avión etíope que se estrelló ayer en aguas de las islas Comoras puede considerarse -si se confirma la cifra de al menos 100 muertos y más de 20 desaparecidos- como uno de los más sangrientos de la historia de la piratería aérea.Hasta ahora, el secuestro que arrojó un mayor número de víctimas mortales -93 pasajeros y siete tripulantes- fue el perpetrado el 4 de diciembre de 1977 por el grupo terrorista Ejército Rojo Japonés al apoderarse de un Boeing 737 de -la compañía MAS de Malasia, que se dirigía a Singapur, y hacerlo estallar en vuelo.

En otro atentado con explosivo protagonizado por un pirata aéreo, ocurrido el 15 de septiembre de 1994, murieron las 71 personas que iban a bordo de un Boeing 727 de la compañía Air Vietnam que volaba entre Danang y Ciudad de Ho Chi Minh.

El 23 de noviembre de 1985, un Boeing 737 de las líneas aéreas egipcias que se dirigía desde Atenas a El Cairo fue secuestrado y desviado a Malta, donde al día siguiente la intervención de un comando militar egipcio para liberar a los rehenes se saldó con 61 muertos.

Pero la operación contra la piratería aérea más recordada sigue siendo la del aeropuerto de Entebe (Uganda), donde fue desviado un aerobús de Air France que cubría el trayecto Tel Aviv-Atenas-París. Un comando de élite israelí liberó el 3 de julio de 1976 a un centenar de pasajeros y tripulantes que permanecieron en poder de un grupo propalestino durante una semana. Murieron tres rehenes, siete terroristas y 20 soldados ugandeses.

Más recientemente, el 24 de diciembre de 1994, un comando del Grupo Islámico Armado (GIA) secuestró en el aeropuerto de Argel un aerobús A-300 de Air France con 239 personas a bordo. Tres pasajeros fueron asesinados en la capital argelina antes de que el aparato despegase con destino a Marsella, donde, dos días después, tiradores de élite de la policía francesa lograron rescatar a todos los rehenes tras abatir a los cuatro secuestradores.