La incineradora portatil

Madrid produce 10 toneladas de residuos clínicos al día. Un planta de tratamiento, situada en el vertedero de Valdemingómez -en realidad es los aparatos necesarios para esterilizar los desechos-, acaba cada jornada con la mitad de los restos infecciosos hospitalariosEl camión, de aspecto semejante a los que recogen las basuras urbanas de la ciudad, tritura los residuos, reduce su volumen en un 80%, los desinfecta y los deja listos para ser tirados en el vertedero. En 1995, el Ayuntamiento cerró el único horno que podía quemar los residuos clínicos de la ciudad. Una avería y el enorme gasto que suponía su reparación llevaron al Consistorio a clausurar el horno.

El Insalud, responsable de los grandes hospitales, pidió a la Comunidad que buscase una solución. La Consejería de Medio Ambiente dio entonces el visto bueno a la instalación de este camión comerresiduos, propiedad de la empresa vasca Imopex, junto al vertedero de Valdemingómez.

Y allí está. Cada hora le llegan 400 kilos de residuos que, transportados en bidones de seguridad, son introducidos en este vehículo. Los restos pasan directamente a una tolba que los tritura. Luego, y ya machacados, son. cocidos a una temperatura superior a los 121 grados durante quince minutos. El vapor de agua que desprende la operación atraviesa 18 placas de carbono activo para que ningún posible germen salga a la atmósfera. Los desechos, ya inertes, acaban en el vertedero.