El jefe del Gobierno garantiza a CiU la cesión de la capacidad normativa y rechaza cualquier titubeo

No habrá ni congelación en la atribución a las autonomías de capacidad normativa sobre el IRPF ni posibilidad alguna de negociación entre el Gobierno y el PSOE en busca de un modelo de financiación autonómica diferente al pactado con CiU. El presidente del Gobierno, José María Aznar, garantizó ayer a Convergencia i Unió el cumplimiento íntegro de sus pactos, incluida la capacidad normativa sobre el IRPF, desautorizando así las ambigüedades detectadas en un sector del propio Ejecutivo, partidario de una posible congelación para facilitar el diálogo con los socialistas.CiU, al tener conocimiento de estas dudas en el seno del Gobierno, se ha plantado y ha exigido a Aznar el cumplimiento íntegro de los pactos suscritos en abril, que llevaron a La Moncloa al líder del PP. El portavoz de los nacionalistas catalanes en el Senado, Joaquim Ferrer, manifestó ayer a EL PAÍS que si bien es cierto que Pujol ha anunciado que por ahora no va a hacer uso de esa capacidad normativa sobre el IRPF, la posibilidad de ejercerla es una conquista autonómica a la que Cataluña no va a renunciar.

En la reunión con su grupo parlamentario, Aznar expresó la voluntad del Gobierno de cumplir íntegramente los pactos suscritos con los nacionalistas, y, por supuesto, no se opondrá a la corresponsabilidad fiscal que otorga capacidad normativa a las comunidades. El ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, admitió a la salida de esta reunión que la capacidad normativa no es esencial para el nuevo modelo de financiación, pero en línea con lo anunciado por Aznar, frustró cualquier expectativa de aplazamiento. Rajoy subrayó que el Gobierno no congelará la capacidad normativa, y acusó a los socialistas de "enmarañar la situación".

De ese modo se cerraba definitivamente el portillo que posibilitaba una negociación con el PSOE por la vía de las enmiendas en el Senado a la LOFCA (Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas) y a la Ley de Tributos, como el propio Mariano Rajoy llegó a proponer en el debate del Senado del martes pasado. Pero los socialistas tampoco han estado mucho por la labor. La dirección del PSOE había elevado el listón atrincherándose en la prórroga del sistema de financiación aún vigente -cesión de sólo 15% del IRPF a las comunidades autónomas-, como base para iniciar una negociación con el Gobierno.

Por boca de su portavoz en el Senado, Juan José Laborda, el PSOE argumenta que esta prórroga resultaría fácil para el Gobierno porque las diez comunidades de vía lenta, reguladas por el artículo 143 de la Constitución, no van a poder hacer uso del nuevo modelo en su integridad en 1997 al carecer de competencias básicas, como la educación. Laborda insistió en que cualquier negociación entre el Gobierno y el PSOE debe arrancar de esa premisa y no otra.

Pero entre los socialistas la fiesta tampoco está en paz. En la Comisión Permanente del PSOE, reunida ayer, el vicesecretario general Alfonso Guerra pidió cuentas al secretario general, Felipe González, por el aval que éste ha otorgado a la propuesta de pacto con el PP que José Bono realizó el martes en el Senado sin que la Ejecutiva Federal tuviera conocimiento previo. González respondió a Guerra que la propuesta de Bono fue "genial", y lamentó que no se le hubiera ocurrido antes a él.