Ana Botella anima a 2.000 mujeres rurales a reclamar un papel social más relevante
Ana Botella, esposa del presidente del Gobierno, animó ayer en Segovia a más de 2.000 mujeres procedentes del medio rural a seguir reclamando un papel más relevante en la sociedad actual y aseguró que los avances registrados en las últimas décadas "no nos deben mover a la autocomplacencia, porque queda muchísimo por hacer, en España y en todos los países que tienen una, situación peor que la nuestra, donde las mujeres siguen sufriendo violaciones de los derechos humanos".En una de sus primeras intervenciones públicas desde que José María Aznar llegó a la Moncloa, en mayo pasado, Botella inauguró la VIII Jornada que organiza anualmente la Federación Nacional de la Mujer Rural, que cuenta con 28.000 asociadas en toda España. Entre las principales impulsoras de esta organización figura la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, también presente en el acto.
Presentada por sus anfitrionas como Ia primera dama española", Botella subrayó que "la secular tradición que asignaba a la mujer el trabajo doméstico y la vida privada, mientras el hombre desempeñaba todos los papeles de cara al exterior, ha ido cambiando, y va a tener que cambiar muchísimo más en el futuro".
Explicó que la explotación agraria familiar en España sería hoy, sin lugar a dudas, un recuerdo lejano en la historia de no haber sido por el concurso de la mujer en el mundo rural, muchas veces sin reconocimiento siquiera de derechos laborales.
Los organizadores del acto al que asistió Ana Botella impidieron el paso a varios miembros de una comisión que apoya la entrega del 0,7% del PIB para ayuda al Tercer Mundo. Los miembros de la comisión llevaban una hogaza de pan dividida en dos trozos y pretendían exponer sus reivindicaciones. Varios jóvenes segovianos llevan una semana encerrados en la catedral en apoyo de la campaña del 0,7.
