El debate sobre la integración en la OTAN deriva en un enfrentamiento personal entre González y Anguita

Una vez más, el verdadero debate no estuvo en el hemiciclo, sino en los pasillos del Congreso. Mientras el pleno aprobaba en poco más de una hora la integración de España en la nueva estructura militar de la OTAN, los máximos dirigentes del PSOE e Izquierda Unida, Felipe González y Julio Anguita, se enzarzaban en una polémica pública, cuajada de descalificaciones personales, a propósito de la actitud de la izquierda ante la Alianza Atlántica. La resolución que apoya el ingreso en la estructura militar de la OTAN cosechó los votos a favor de 293 diputados y tan sólo 23 en contra y 4 abstenciones.

Ni Felipe González ni Julio Anguita subieron ayer a la tribuna de oradores del Congreso, pero ello no fue óbice para que se convirtieran en los verdaderos protagonistas del debate. El detonante de la polémica fue la intervención en el hemiciclo de Pablo Castellano, ex militante del PSOE y hoy diputado de IU, quien se presentó como único representante de los valores de la izquierda en el debate sobre la Alianza Atlántica.La faltó tiempo a Felipe González, que parece haberle tomado gusto al escritorio -la sala, junto al salón, de plenos, donde se celebran las ruedas de prensa-, para darle la réplica ante los medios de comunicación.

El ex presidente del Gobierno calificó de "arrogancia intelectual casi intolerable" la pretensión de IU de erigirse en representante única de la izquierda, excluyendo no sólo al PSOE, sino también a la inmensa mayoría de los partidos europeos de izquierdas, que no comparten su postura sobre la OTAN. Frente a las críticas por haber puesto excesiva pasión en su defensa de la Alianza Atlántica, González aseguró que no comparte ni "la visión lírica" del PP, ni "el infantilismo y el fundamentalismo" de IU.

Admitió que la OTAN ha incurrido en contradicciones, como admitir en su seno a las dictaduras de Salazar en Portugal y de los coroneles en Grecia, pero calificó de "profundamente reaccionario" proponer como alternativa la renacionalización de la defensa, lo que sólo sostienen en Europa "Le Pen [el líder ultraderechista francés] y compañía".

El enemigo

"Cuando se denuncia que la Alianza necesita un enemigo para sobrevivir, habría que decir que alguien necesita que la Alianza sea su enemigo para sobrevivir ideológicamente", agregó González, en alusión a IU.

A su juicio, la izquierda se caracteriza por asumir "el compromiso moral de dar respuesta a los problemas" y no por quedarse en declaraciones de principios, más propias "de púlpitos".

El coordinador de IU no tardó un minuto en replicar. Y no se quedó atrás a la hora de emplear calificativos. Anguita acusó a González de haber entregado su organización y su bagaje "a las ideas del adversario" y de pretender recuperar el poder ocupando el espacio "político e ideológico" del PP. Para volver a ser presidente, agregó, González "tiene que demostrar que es más OTAN que Aznar, más que los Estados Unidos y más duro con la izquierda que la propia derecha".

Tras manifestar que sólo como excepción contestaba los "exabruptos" del líder socialista, consideró que éste sufre de "una alteración psíquica o nerviosa", que se manifiesta en el "desenfreno" de su defender a la OTAN. El verdadero "infantilismo", agregó, es "la sumisión bobalicona a Estados Unidos".

Las coincidencias y conversaciones entre IU y PSOE en materias concretas -como educación, fiscalidad, empleo o financiación autonómica- son una muestra del "realismo político" de su coalición, dijo Anguita, quien vaticinó, no obstante, que "no parece que vayan a ser una gran cosa" los acuerdos entre ambas fuerzas.

La resolución que apoya el ingreso de España en la nueva estructura militar de la OTAN fue aprobada ayer por 293 parlamentarios, los del PP, PSOE, CiU, PNV y Unión Valenciana. Votaron en contra 23 diputados, correspondientes a IU, Bloque Nacionalista Galego, Eusko Alkartasuna, Pilar Rahola (ex ERC) y, por error, la ministra Loyola de Palacio. Los cuatro diputados de Coalición Canaria se abstuvieron.

A la votación faltaron 28 diputados, entre ellos dirigentes socialistas como Alfonso Guerra, que sí acudió al debate que hubo posteriormente, y Antonio García Santesmases, dirigente de la corriente críticalzquierda Socialista.

El secretario general de la OTAN y militante del PSOE, Javier Solana, dió ayer la "calurosa bienvenida" a la decisión del Congreso español: "La participación de España en la nueva estructura le permitirá desempeñar un papel completo en la transformación de la Alianza para encarar los desafíos del mañana".