El músico Caetano Veloso aflrma que el mercado "no puede tener la última palabra"
El artista brasileño comienza en Barcelona una gira por cinco ciudades españolas
Acaba de recibir el Premio Ondas al mejor artista latino y pronto se estrenará en España Tieta de Agreste, película para la que ha escrito una espléndida banda sonora. Caetano Veloso se presenta hoy en el Palau de la Música de Barcelona, con el cartel de no hay localidades colgado desde hace días y un espectador de excepción: Ronaldo. El viernes actuará en Zaragoza (Auditorio y Palacio de Congresos), el sábado en Madrid (teatro Monumental), el domingo en Sevilla (teatro de La Maestranza) y el martes en Murcia (Auditorio Centro de Congresos). El cantante y compositor, uno de los grandes de la música popular brasileña, afirma que el mercado nunca podrá dar la última palabra a los artistas.
Estaba ya en Europa cuando supo por un fax que le habían premiado con el Ondas al mejor artista latino de 1996. No va a poder asistir a la ceremonia de entrega en Barcelona porque precisamente esta noche estará cantando en el Palau de la Música. Lo que más le ha gustado del galardón es el epígrafe de latino. Al publicar el disco Fina estampa en Brasil aseguró no tener intención de dar ningún concierto en español. Dos años después Caetano Veloso realiza la mayor gira de su vida: "Parece mentira que todavía esté con Fina estampa. Nunca pensé dedicarle tanto tiempo, aunque es un placer porque prefiero cantar que componer".En París, el diario Le Monde publicó hace un par de semanas un artículo a toda página titulado "Caetano Veloso, dandy sin religión, explora las Américas". El brasileño, convertido en un doctor livingston del nuevo continente. "No entendí bien a qué se referían pero me gustó", dice riendo. Las canciones cubanas, argentinas, mexicanas, peruanas y puertorriquenas que interpreta en Fina estampa eran muy populares en Brasil durante los años cincuenta. "Las orquestas tocaban boleros, rumbas, tangos y chachachás. Nos llegaban por la radio y por las películas mexicanas que veíamos en los cines. Las de Libertad Lamarque o las de Ninón Sevilla; no era algo nuevo porque Carmen Miranda había comenzado su carrera cantando tangos". A Caetano Veloso se le puede también escuchar en castellano en el nuevo disco de María Dolores Pradera. "El arreglo que hicimos con Jaques Morelenbaum para la canción Fina estampa está inspirado por ella".
Caetano Veloso actúa en el Palau. Sabe muy bien que se trata de un templo musical en Cataluña. Y que las entradas se agotaron hace días. "Para mí tiene un significado muy especial. Me enamoré de España cuando conocí Barcelona en 1970. Vivía exiliado en Londres y vine para ver a mi amigo Glauber Rocha, que estaba dirigiendo una película muy loca, Cabeças cortadas. Me impresionó Barcelona hasta tal punto que les decía a mis amigos españoles que yo era catalán. Años más tarde conocí Sevilla y fue una de las cosas que más me han impactado en este mundo".
Aplausos en los cines
Se muestra entusiasmado con Tieta do Agreste, la película sobre la obra homónima de Jorge Amado. "Es una película histórica" afirma. "Las personas aplaudían en los cines, lo cual es rarísimo"., "Yo iba a hacer la banda sonora con mi mejor voluntad pero con mi natural economía. Tras ver las imágenes no tuve ganas de ahorrar esfuerzos". Para Caetano se trata de la primera adaptación cinematográfica de una obra del novelista de Bahía que vale realmente la pena. "Carlos Diegues consiguió darle ese aire de irrealidad que la historia necesita. Como decía Guimaráes Rosa: 'Cualquier libro de Jorge Amado es un cuento de hadas". Entre sus proyectos está una nueva versión de Orfeu da Conceiçao, de Vinicius de Moraes, que- ya- ' fue llevada al cine en 1959 con el título de Orfeo negro.
"La situación del cine brasileño está mejor que a principios de los noventa, cuando el Gobierno de Collor decidió acabar con las ayudas", dice. "Fue horrible. Ahora por lo menos hay algunas películas. Siempre hubo ganas de hacer cine en Brasil. Un país capaz de generar un movimiento como el del Cinema novo es un país que quiere producir su propia cultura audiovisual. Y ese deseo tiene que manifestarse de alguna manera".
Creación y libertad
Caetano Veloso, para quien últimamente el cine de Brasil está mas inclinado hacia la prosa que hacia la poesía, en el sentido de ser más narrativo, cree que "será difícil que Tieta agrade en Estados Unidos. Por ejemplo, la niña pequeña ve a su padre trajinándose a una cabra. Eso es algo que cae de lleno dentro de lo políticamente incorrecto".
Y asegura tener muchas ganas de leer el libro que escribió el hijo de Vargas Llosa. "Probablemente él mantenga esa postura ultraliberal como contrapeso. Yo fui una víctima de esa izquierda totalitaria latinoamericana aunque mucho menos que de la derecha, que me mandó a la cárcel y al exilio. La creación cultural guarda una íntima relación con la libertad. Y el mercado, en última instancia, es otro opresor. Los que hacernos cosas para nada debemos desconfiar de todos esos señores. La Iglesia, el monarca, el mercado, el compañero dictador... Es inevitable estar en desacuerdo con ellos. No creo que el mercado pueda dar nunca la última palabra a los artistas". Y añade que "ese falso dilema, estado o mercado, es una cuestión de grandes intereses económicos". Tras mucha insistencia, la editorial Alfred Knopf` le ha con vencido para escribir un libro. Algo a lo que siempre se había negado. "Les gustó mucho un artículo que publiqué en The New York Times sobre Carmen Miranda y el movimiento tropicalista en el Brasil de la dictadura militar. Son memorias, impresiones mías sobre los años sesenta. Ya está casi terminado". En él cuenta anécdotas curiosas: "En la celda de aislamiento del cuartel vi una cucaracha y llamé al soldado de guardia. El pobre no tenía permiso ni para hablar conmigo, pero vio a través de la reja mi cara de susto, y cuando el oficial estaba distraído entró y la aplastó con su bota".
Deber de originalidad
C. G. Los periodistas brasileños le suelen pedir su opinión sobre, cualquier asunto: "Quieren saber qué voy a votar, qué me Parece esto o aquello...". Y la polémica no falta cuando habla. "Los intelectuales se quejan porque la música popular tiene mucha importancia en Brasil y da la impresión de que la gente debe hacer caso de lo que decimos los cantantes de radio,, lo cual es absurdo". Asegura que los medios de comunicación reclaman su presencia y al mismo tiempo le echan en cara que se pronuncie sobre cosas serias: "Forma parte del entretenimiento".
"Brasil es un país inmenso, en -el hemisferio sur, mestizo, americano, de lengua portuguesa. Y ése es un deber de, originalidad", explica. En un reciente programa de televisión le preguntaron si no habría un desacuerdo intrínseco entre cierta alegría primitiva del alma brasileña y la aspiración a los valores básicos de lo que llamamos vida civilizada. "Repito a menudo que me gustaría que las personas al menos se pararan en los semáforos en rojo. Pero voy a Nápoles y tampoco se detienen. Río de Janeiro o Salvador de Bahía, comparadas con Nápoles, parecen ciudades suizas. Y sin embargo todo aquello me hace sentir una sabiduría que ese mundo dominado por el estilo de la Europa del Norte no conseguirá captar jamás. Solucionar los problemas que tenemos como pueblo latino y caliente no significa que debamos transformamos en aquello que no somos".
Babelia
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