Los organizadores del homenaje a Esteban Barcia proponen un premio con su nombre.

Antonio Sáenz de Miera, director de la Fundación Universidad-Empresa, y Álvaro Marchesi, ex secretario de Estado de Educación, propusieron ayer que sea creado un premio que lleve el nombre de Esteban Barcia destinado al periodismo educativo. "Vamos a tratar", dijo Sáenz de Miera, "de que el premio esté a su altura: serio y bien planteado". Las bases del premio serán decididas en la próxima junta rectora de la fundación, el 11 de diciembre.

La propuesta surgió en el homenaje que ayer se dedicó al maestro y periodista de EL PAÍS Esteban Sánchez Barcia. En dicho homenaje no sólo no quedó un asiento vacío en el salón de actos de la Asociación de la Prensa de Madrid ayer, sino que decenas de, personas tuvieron que permanecer de pie. Familiares, amigos y compañeros estuvieron en el homenaje. Había razones afectivas para justificar el pleno, pero, también, el reconocimiento a su labor como profesional de la información educativa que fue responsable del primer suplemento de educación de la prensa española. Barcia falleció el pasado 13 de agosto."Hace falta mucha vocación para estar 20 años informando sobre educación, que no es precisamente el tema que aparece en las primeras páginas de los periódicos", dijo Jesús Ceberio, director de EL PAÍS, "salvo, como afirmó un día Esteban Barcia, cuando es por la sala de urgencias, es decir, por las huelgas

Fútbol y poesía

La defensa de la escuela pública, neutral, no confesional, fueron insignias de Esteban Barcia, que no dudaba en poner en un brete al ministro de turno por cuestiones educativas. En el homenaje de ayer también se expusieron las pasiones que le perdían, como la de ser madridista impenitente. Alvaro Marchesi contaba ayer a este respecto una divertida anécdota vivida con Esteban Barcia. "Hay dos cosas que no puedo perdonarte, me dijo un día Esteban: que seas del Atlético de Madrid y la chapuza que habéis hecho con el tema de la alternativa a la clase de religión".Otra de sus pasiones, la poesía, fue expresada ayer en labios de su viuda, Ana María Valverde: "Morirse en la alta confianza de que este vivir mío no era mío, sino nuestro" (Pedro Salinas).

Antonio Sáenz de Miera relató: "La última vez que le vi fue en la entrega de premios Europa. Eran tiempos del ministro Saavedra, y los dos hablamos del temor que teníamos a una cierta desilusión porque la educación había perdido protagonismo en el gran debate nacional y también en. los periódicos. 'Algo habrá que hacer', nos dijimos paseando en, el paseo del Prado".

Esperanza Aguirre, ministra de Educación y Cultura, clausuró el acto antes de que sonaran las notas de la Pequeña serenata nocturna de Mozart. "No será posible hacer la historia de la educación en España durante los últimos veinte años sin acudir a las páginas escritas en EL PAÍS por Esteban Barcia", dijo Aguirre.