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Galindo niega ser el autor de las filtraciones del sumario

El general Enrique Rodríguez Galindo negó ayer ser el autor o conocer el origen de las filtraciones del caso Lasa-Zabala. El general, procesado por el secuestro, torturas y asesinato de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, fue llamado ayer a declarar por el juez Javier Gómez de Liaño, si bien su declaración apenas duró un cuarto de hora. En ella negó haber filtrado su identidad legal secreta.Galíndo -chaqueta gris clara, pantalón marengo, camisa celeste y corbata azul con dibujos de herraduras- no fue interrogado por el juez sobre el apaleamiento a un testigo protegido del citado caso, aunque, a preguntas de un periodista calificó la agresión de "deplorable y deprimente".

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El abogado Jorge Argote, defensor de Galindo, que el lunes estuvo declarando en el juzgado sobre las filtraciones del sumario, sí fue interrogado, en cambio, sobre el apaleamiento del testigo 1964-S, y también en una corta declaración negó conocer la identidad del testigo y cualquier relación con esos hechos.

Argote afirmó a la salida del juzgado que el apaleamiento "es un montaje". "Están buscando", dijo, "que el ministerio les pague el sueldo. Se trata de crear una imagen para justificar el sueldo millonario que piden que desde luego es mucho más alto que el salario mínimo interprofesional".

Respecto a las filtraciones, Argote ironizó: "Parece que las sospechas se dirigen ahora sobre mí. El sumario está secreto y hemos recibido noticias permanentemente por El Mundo. Temo que se me terminará sancionando a mí, pero debería investigarse al juzgado, al instructor y al fiscal, que es de donde podría proceder la filtración".

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Nueva amenaza

El testigo protegido José María Velázquez Soriano denunció ayer en el juzgado haber encontrado en el buzón de su domicilio una bala del calibre 9 mm parabellum, que entregó en el juzgado. Velázquez, que fue guardia civil en Intxaurrondo en los años de la guerra sucia, relacionó la bala con una llamada telefónica recibida hace 10 días en la que le aconsejaban que no se pusiera en la claridad. "Es un aviso", dijo Velázquez, y he venido a entregar la bala al juez, porque no controlamos esta mano negra que hay detrás".

El ex guardia civil afirmó que sospecha que la amenaza procede de "los círculos del señor Galindo y de toda su mafia". Respecto al apaleamiento de otro testigo protegido declaró: "Mañana puedo ser yo". "Yo no quiero dinero", explicó, "le he dicho al juez que no quiero dinero. Lo que quiero es que respeten mi vida laboral y profesional, que la están destrozando".

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