La policía sospecha que ETA tiene relación con la "desaparición" del hijo de un empresario vasco
La familia de Cosme Delelaux Zubiria, de 34 años, denunció anoche en una comisaría de la Ertzaintza su desaparición, tras más de 24 horas sin tener noticias suyas. Cosme Delclaux, abogado, es hijo de Álvaro Delclaux Barrenetxea, presidente de la empresa vidriera Vidrala, radicada en Llodio (Álava). La familia está vinculada a la creación del Banco de Bilbao. Un portavoz de Interior señaló anoche como "probable" la hipótesis de que se trate de un secuestro de ETA, organización terrorista que mantiene cautivo desde hace más de 300 días al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara. Interior temía que ETA perpetrase en breve un atentado con coche bomba, pero este secuestro ha sorprendido a los expertos antiterroristas.
La última vez que un familiar habló por teléfono con Cosme Delclaux, soltero y de "costumbres fijas", fue a las siete de la tarde del pasado lunes. Cosme anunció que iría a cenar, pero no regresó a, su domicilio de Getxo (Vizcaya) tras salir de su trabajo en una consultoría informática radicada en la localidad vizcaína de Zamudio, cuya titularidad comparte con otros socios.Un hermano de Cosme Delclaux confirmó anoche que éste no había regresado a su domicilio el lunes, tras salir de su trabajo como director comercial en la compañía Integra Multimedia.
Una de las últimas personas que hablaron con Cosme fue su novia, Adriana Aguirre, a la que anunció sobre las siete de la tarde del lunes que se dirigía hacia su casa. Su coche, un Seat Toledo con matrícula NA-9284-AG, de color gris oscuro, tampoco ha sido hallado. Fuentes de Interior del Gobierno vasco señalan, por su parte, que Cosme Delclaux no acudió a una cita de trabajo y confirmaron que la Ertzaintza (policía autónoma) ha montado un dispositivo de búsqueda.
El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja y el secretario de Estado Ricardo Martí Fluxá se encontraban anoche reunidos con el consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, con quien tenían acordada la cita de antemano. Este encuentro secreto, del que sólo se sabe que tenía lugar a mitad de camino entre Madrid y Vitoria, se prolongó al conocerse la noticia del secuestro.
Un hombre "tranquilo"
Cosme Delclaux, de 34 años, es de mediana estatura, de complexión fuerte y con el cabello moreno y rizado. Abogado de profesión, también realizó actividades docentes de informática en la Universidad de Navarra. Está soltero y vive con sus padres y varios de sus hermanos en la zona residencial de Las Arenas, en Getxo. Su familia le describe como un hombre "tranquilo y de costumbres fijas".
Un hermano del desaparecido, Álvaro, manifestó anoche que la familia no había recibido amenazas de ETA y que la policía nunca les ha informado de que su nombre aparezca en alguna de las listas de posibles objetivos de la banda terrorista. Sin embargo, fuentes próximas a la familia aseguran que los Delclaux. recibieron hace un par de años una misiva de ETA en la que se les exigía el pago del denominado impuesto revolucionario.
Álvaro Delclaux reconoció que la familia está "muy preocupada" por la falta de noticias, ya que en principio se descarta que Cosme haya sufrido un accidente de tráfico u otro percance.
Fuentes del departamento vasco de Interior pidieron "prudencia" antes de dar como seguro que Delclaux haya sido víctima de un secuestro de ETA, recomendando esperar a que avancen las investigaciones policiales. Uno de los principales motivos de incertidumbre es que a primeras horas de la madrugada no había sido hallado todavía el Seat Toledo del desaparecido.
El portavoz del Ministerio del Interior, Cayetano González, también recomendó prudencia, aunque reconoció que el caso "tiene mala cara". "Todos sabemos lo que ocurre en el País Vasco cuando una persona desaparece más de 24 horas y cuando es una persona con apellido conocido en los ambientes financieros vizcaínos", señaló González. "¡Ojalá me equivoque en estos malos augurios!", agregó.
Fuentes de la lucha antiterrorista venían expresando en las últimas dos semanas sus temores a que ETA perpetrase un atentado con coche bomba que pusiera fin a los tres meses sin atentados sangrientos (el último fue el asesinato del empresario Isidro Usabiaga en el pueblo guipuzcoano de Ordizia). Ante esta sospecha, la policía viene montando fuertes controles en Madrid como medida de prevención.
Altos mandos de Interior también habían comentado el pasado septiembre que la policía poseía informaciones que inducían a pensar que ETA estaba reconstruyendo el comando Vizcaya y que éste grupo empezaría a actuar posiblemente en breve. Según las mismas fuentes, la organización terrorista ha decidido acabar con el silencio que mantenía desde el pasado verano a causa de la captura en Francia de su número tres Julián Atxurra Egurola, Pototo, y de la desarticulación de un comando que se disponía a emprender una campaña asesina en Galicia.
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