El PSOE cree que el pacto de pensiones no garantiza el futuro del sistema

El pacto de pensiones firmado por el presidente del Gobierno y los sindicatos no es suficiente para garantizar el futuro del sistema. Así lo expuso ayer el PSOE a través de destacados diputados, todos ellos ex ministros, quienes aprovecharon unas jornadas organizadas por The Economist para advertir de los peligros que corre en España la Seguridad Social por insuficientes ingresos. Los socialistas arremetieron en batería contra la política económica del Gobierno del PP que creen "insostenible", además de corta de miras.

El PSOE sacó ayer a la luz lo que hasta ahora venía diciendo sólo en reuniones internas del partido: que el pacto de pensiones desarrolla sólo parcialmente el Pacto de Toledo y que es insuficiente para garantizar el futuro del sistema. Cinco pesos pelados socialistas-Joaquín Almunia, Pedro Solbes, José Borrell, Juan Manuel Eguiagaray y José Antono Griñán- insistieron, prácticamente uno detrás de otro, en que el Gobierno firmó el acuerdo sólo por "debilidad política y legitimación -social" sin haber conseguido, pues, cumplir el objetivo del Pacto de Toledo que no es otro que garantizar el futuro de las pensiones.

Lejos de ello, el PSOE cree que el conjunto de la Seguridad Social se enfrenta a considerables problemas de tesorería. Este año, derivados por la falta de Presupuestos Generales del Estado y, por lo tanto, de dotaciones suficientes del Estado al sistema, y el año que viene porque "los números no cuadran". Según Griñán, "no puede cuadrar. un incremento de recaudación por cotizantes al Régimen General superior al 8% cuando se piensa que el empleo crecerá el 2% y las rentas de los asalariados el 3%". "Habrá un notorio déficit en 1997, añadió, "por eso se comprende poco que, además, según el proyecto de Presupuestos de 1997 la aportación del Estado, que los últimos años crecía a un ritmo del 12,2% se reduzca al 5% y que los préstamos del Estado sin intereses se reduzcan un 50%".

Desfase de tesorería

Griñán añadió que, contrariamente a lo que preconiza el Pacto de Toledo, los Presupuestos del año próximo provocan que las cotizaciones, y no los impuestos, financien cada vez más parte del conjunto de la Seguridad Social. Concretamente afirmó que las cotizaciones de asalariados financiaban en 1995 el 59,2% del sistema y el año próximo financiarán el 62,7%.Almunia cree que el desfase de tesorería este año hay que solucionarlo ya y debe hacerse con más transferencias del Estado y no con endeudamiento "que pondría el sistema en peligro a medio plazo". "En el presupuesto de 1997 se pierde toda preocupación por una financiación sana de la Seguridad Social", dijo. Borrell, se unió a las críticas al pacto de pensiones: "Se escenifica el acuerdo y se socavan las bases del sistema".

Pero no fue sólo sobre la Seguridad Social sobre la que ayer los socialistas vertieron sus críticas. Éstas abarcaron la generalidad de la política económica del Gobierno. "Insostenible" fue el adjetivo más utilizado para calificarla.

Lo que más preocupa a los socialistas, según recalcaron ayer, es la falta de ingresos. A su juicio, no sólo entrar, sino mantenerse en la moneda única requiere tomar uno de dos caminos: o recortar fuertemente el Estado del bienestar, o aumentar los ingresos. El Gobierno, a su juicio, no ha escogido ni el uno ni el otro, por lo que la situación no tardará en estallar.

El PSOE cree que hay que empezar de forma inmediata un debate sobre cómo aumentar los ingresos, aunque ya ayer dio vanas ideas: la primera y más extendida fue la de reducir los beneficios fiscales, que suponen ahora 3,8 billones de pesetas. Modificar la estructura de los grandes impuestos como el IRPF, o cambiar la tributación de plusvalías estableciendo un pago a cuenta fueron otras alternativas propuestas. "España", dijeron, "tiene la menor presión fiscal de toda la Unión Europea (el 34,8% frente al 41,7% de la UE) por lo que creen que aún hay margen para incrementarla de forma que se pueda cumplir el objetivo de déficit público y, al tiempo, seguir financiando un necesario Estado del bienestar".

Eguiagaray considera muy dudoso que se cumplan los objetivos de crecimiento para este año (2,3%) y el que viene (3%). Además considera que el problema de los ingresos se ve agudizado por las medidas tomadas por el PP como la nueva financiación autonómica, la reforma del Plan de Empleo Rural (PER), la regularización de balances o la tributación de plusvalías. También dijo que se ha roto el sistema fiscal existente sin que se conozca alternativa.

Por su parte, Solchaga aventuró que la implantación del euro como moneda única europea dará lugar "a procesos de concentración bancaria y a fusiones tansfronterizas". El ex ministro explicó que el euro supondrá que las entidades financieras deberán realizar un esfuerzo de adaptación cuyo coste "alguien lo tendrá que pagar, bien los clientes de bancos y cajas o bien los contribuyentes".