La primera planta de tratamiento de residuos sanitarios estará en Arganda
Arganda del Rey contará con la primera planta de desinfección de residuos sanitarios de Madrid. La comisión de gobierno local, en manos del PP, ha dado licencia de obras a la empresa Consenur, SA, para la instalación de una planta que tratará parte de los residuos sanitarios generados en los hospitales de Madrid. El grupo municipal de IU ya ha mostrado su oposición al proyecto y pide al equipo de gobierno que retire el permiso.
La planta de tratamiento de residuos sanitarios que planea sobre Arganda (29.000 habitantes) es la primera de estas características que se instalará en Madrid. Cocerá diariamente, según la consejería de Medio Ambiente, unas 4.000 toneladas de residuos biosanitarios de la clase 3 (compresas, jeringuillas, gasas hospitalarias...). Florián Moya, concejal de IU en Arganda, afirma que las instalaciones "están diseñadas para tratar todos los residuos infecciosos que genera la Comunidad de Madrid". Por ello, pide que se paralice su construcción hasta que "esté garantizado que su funcionamiento no va a representar ningún riesgo para los vecinos y se conozca la declaración de impacto medioambiental".
Miguel Ángel Quintana, concejal de Medio Ambiente, explicó ayer que sólo se había "concedido la licencia de obras, no de apertura, para la planta de tratamiento". La licencia de apertura es la que permitiría su funcionamiento. "Todavía no la hemos concedido", añadió Quintana, "porque se está a la espera declaración de impacto ambiental".Sin emanaciones
Quintana asegura que este tipo de plantas, en las que se desinfectan los residuos biosanitarios mediante el procedimiento de la cocción (denominado técnicamente autoclave), "no son contaminantes, pues no hay emanaciones al exterior". El edil rechaza que en las instalaciones se traten residuos citotóxicos (muy peligros, y para los que la planta carece de permiso de tratamiento).
Sin embargo, a Moya no le parecieron satisfactorias estas explicaciones. Cree que "no existen garantías concretas de que los centros hospitalarios realizan un plan de gestión correcto", señala, refiriéndose a la posibilidad de que en los mismos no se separen convenientemente los residuos biosanitarios (los que pueden ser tratados en Arganda) de los citosanitarios (para los que se carece de permiso de tratamiento), "y al final todos terminen cocidos y mezclados en la planta".
La instalación de esta planta significará la creación, de 16 puestos de trabajo. Sin embargo, Moya no la considera suficiente contraprestación: "Todo este tipo de plantas [en referencia también a la incineradora de Valdemingómez] se están ubicando en la zona este de Madrid".
Hasta el pasado diciembre, todos los residuos sanitarios de la región se trataban en un horno que poseía el Ayuntamiento de Madrid en Valdemingómez. El municipio lo cerró porque presentaba graves deficiencias, de muy difícil arreglo. Como las competencias sanitarias estaban ya en manos de la Comunidad y al Ayuntamiento no le resultaba rentable arreglarlo, lo cerró.
La Comunidad tuvo que improvisar otro. Instaló entonces uno en los terrenos de Valdemingómez, que sólo es capaz de cocer dos toneladas al día, muy lejos de las once que se producen cada día en Madrid. Por eso, desde entonces, la mayoría de los residuos tienen que ser trasladados a plantas situadas en Granada, Sevilla y Tarragona. Los residuos citotóxicos, según la Consejería de Medio Ambiente, son trasportados hasta Francia.Impacto ambiental
Desde el pasado diciembre, mes en que el Ayuntamiento cerró su planta de Valdemingómez, varias empresas privadas de tratamiento de residuos biosanitarios han ofrecido sus servicios al Insalud, organismo del que dependen la mayoría de los hospitales de la región.
Ya se ha aprobado la instalación de estas plantas en dos municipios, el citado de Arganda del Rey, y en San Sebastián de los Reyes (57.800 habitantes), gobernado por IU. Ambos proyectos están a la espera de la declaración de impacto ambiental, trámite que realiza la consejería de Medio Ambiente, y sin el cual no se pude abrir ninguna planta de este tipo.
La Comunidad reconoce que hasta hace poco hubo otros dos proyectos, ya rechazados, uno en Torrelaguna (2.700 habitantes) y otro en Daganzo (2.100). "El de Torrelaguna no prosperó porque la empresa, al final, desistió, y el de Daganzo ha sido rechazado porque este pueblo no cuenta con depuradora de aguas residuales".
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