La línea del futuro
La fusión de BT y MCI espolea al resto de las compañías de telecomunicación en busca de alianzas
La compañía de teléfonos británica British Telecom, ahora conocida como BT, ha vuelto a adelantarse a sus competidores en el continente europeo mediante la adquisición de la totalidad del capital de MCI, la segunda operadora de larga distancia en Estados Unidos. BT ya dio un paso adelante en el año 1984 cuando se privatizó y, en el furor de la era Thatcher, el Gobierno británico abrió el sector de las telecomunicaciones a la competencia. La liberalización ha expoleado a BT, que desde entonces, ha desplegado una estrategia expansionista muy agresiva para abrirse paso en los mayores mercados de telecomunicaciones de Europa y el resto del mundo.La fusión con MCI representa, en ese sentido la culminación de la estrategia diseñada por el presidente de la compañía británica, lan Vallance, y un salto en la carrera por el dominio de los mercados mundiales que mantienen desde hace unos años los operadores de todo el mundo y, particularmente, los europeos, expoleados por la inminente apertura a la competencia de sus mercados domésticos.
BT, que ya tenía un 20% de MCI, y la operadora estadounidense operarán en todo el mundo como una sola empresa, Concert PIc, que dispone de 43 millones de clientes en 70 países, espera obtener 5,2 billones de pesetas de ingresos anuales y cuya capitalización bursátil supera los 54.200 millones de pesetas.
BT ya puede presumir ante otras grandes compañías europeas de haber sido la primera en entrar de lleno en el mayor mercado mundial de telecomunicaciones, los Estados Unidos, y de alzarse con el título de operadora global que se estaban disputando otros grupos formados por operadoras de Estados Unidos, Europa y Asia con vocación de estar presentes en cuantos más mercados, mejor.
Así parecen haberlo entendido ayer los mercados financieros que acogieron el anuncio de la fusión entre BT y MCI con alzas en la cotización de ambas compañías. Las acciones de BT subieron 32,5 centavos de libra a 383,5 centavos, lo que eleva el valor de la empresa hasta los 3.300 millones de dólares. MCI, por su parte, subió 1,25 dólares a 31,50 dólares en el Nasdaq. Y ello, a pesar, de que la agencia Moody's dijo ayer que revisará, con posibilidad de rebajarla, la calificación de la deuda a largo plazo de British Telecom, actualmente en el máximo nivel (Aaa) porque "aunque, la posición competitiva de la empresa será más fuerte, tendrá un mayor endeudamiento". En el acuerdo suscrito, el 80% de MCI que va a adquirir BT está valorado en 12.000 millones de libras (alrededor de 2,5 billones de pesetas).
A juicio de los analistas, la alianza de BT y MCI ha puesto de manifiesto alguna de las carencias que se venían señalando en las otras alianzas globales de comunicaciones: Global One y Unisource, que son los competidores directos de BT, a distancia del grupo integrado por IBM y la italiana Stet.
Global One es el resultado de la unión de France Telecom, Deustche Telekom y la estadounidense Sprint, consideradas también entre las diez primeras operadoras por facturación. La alianza, aunque ofrece sus servicios en los cinco continentes desde febrero de 1996, aún encuentra algunas dificultades a la hora de obtener todas las aprobaciones para operar debido a la participación en ella de empresas estatales -France Telecom y Deustche Telekom que están en proceso de privatización-, de países que aún no se han abierto plenamente a la competencia.
Esa es la mayor dificultad de Unisource, el grupo en el que participan las operadoras de Holanda (KPN), Suecia (Telia), Suiza (Swiss PTT) y Telefónica de España. Bruselas no autoriza la incorporación de Telefónica al grupo, acordada por los socios en 1994, porque el comisario de la competencia, Karel van Miert, considera que el Gobierno español debería abrir el mercado de las telecomunicaciones el 1 de enero de 1998. Rafael Arias Salgado, ministro de Fomento, ha propuesto el 1 de octubre de 1999 para la liberalización, pero para Bruselas no es suficiente.Unisource
Vinculada a esa autorización está la puesta en marcha de los acuerdos entre AT&T y Unisource en la empresa conjunta Uniworld. Habrá que ver como responde AT&T a esta ofensiva británica en suelo americano. De momento, las acciones de AT&T cayeron 1,20 dólares a 33,50 dólares en la bolsa de Nueva York. En bolsa no ven claro el futuro de AT&T en Europa de la mano de un grupo que encuentra tantas dificultades para arrancar y en el que nadie lleva la oz cantante.
El tiempo pasa y mientras BT, que le arrebató a Unisource a la Compagnie Generales des Eaux como aliada en Francia, ha puesto de manifiesto que en esta guerra es importante: adelantarse al resto para ganar tamaño (BT fue la primera en anunciar una alianza en la que participaban con firmeza compañía de ambos lados del Atlántico), estar en Estados Unidos y en otros mercados de su influencia con socios americanos (aunque Juan Villalonga, presidente de Telefónica no lo crea) y que en estos grupos puede ser aconsejable una implicación accionarial que en el caso de Gobal One no está tan clara y en Unisource no se consuma por los obstáclos que pone Bruselas.
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