Los pasos legales
En las normas urbanísticas se abren dos caminos para conseguir la declaración de ruina. La primera afecta a la seguridad del edificio. Cuando un tercio de sus elementos estructurales están gravemente deteriorados y hay que reconstruirlos, se aprueba la ruina y se autoriza la demolición. La segunda posibilidad afecta al bolsillo del propietario. Se declara la ruina económica y se autoriza la demolicíon del edificio cuando el coste de reparación supone más del 50% del valor del edificio. En los expedientes de ruina investigados por el Ayuntamiento, los técnicos municipales de Urbanismo señalaron que los propietarios han colaborado a su deterioro olvidando el mínimo mantenimiento. Del olvido a la ruina sólo hay un paso.
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