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El fiscal antidroga denuncia que los bancos no cooperan contra el lavado de dinero

Las entidades bancarias no colaboran lo suficiente con la justicia para perseguir el blanqueo de dinero procedente del narcotráfico, según dijo ayer en el Congreso de los Diputados el fiscal antidroga, Enrique Abad. Tras reconocer que la ley del 28 de diciembre de 1993 sobre blanqueo de dinero no funciona- "No ha respondido a las enormes expectativas que creó y hay que buscar el fallo"- Abad llegó a decir que los bancos sólo comunican sospechas de operaciones de poca envergadura de "gitanos y colombianos", y no las que realmente importan

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Infiltrados y arrepentidos

"Confiabamos en que las entidades financieras colaboraran, en alertar de lo sospechoso. ¿Por qué una ley tan importante todavía no ha producido efectos?", se preguntó el fiscal.Aunque con su tono quiso atemperar las acusaciones, Enrique Abad, fiscal jefe de Prevención y Represión del Tráfico Ilegal de Drogas, explicó dónde puede estar el agujero: en la propia ley. La norma obliga a los directores de entidades bancarias a "cómunicar operaciones cuando presentaren indicios o certeza de blanqueo de capitales". Y el reglamento tipificó dos clases: cuando hay transporte físico de una elevada suma de dinero y cuando se opera con paraísos fiscales. Pero a continuación un artículo de la normativa establece una excepción: "No será de aplicación cuando se trate de clientes habituales". O sea, que el banco no tiene por qué decir nada si quien está haciendo lo sospechoso es cliente habitual. "Con la figura sacrosanta del cliente hemos topado", dijo Abad.

El fiscal antidroga dio unos datos que podrían hacer pensar todo lo contrarió a lo que estaba diciendo: en 1995 hubo 11 comunicaciones de las entidades bancarias sobre sospechas de blanqueo de dinero. En lo que va de 1996 ya son 70. Pero después aclaró: "Son muy escasas las comunicaciones de cierta entidad". Y explicó: "Te hablan de gitanos y colombianos, de operaciones de un millón de pesetas, pero no de las de quienes consideran sus clientes. No es que despreciemos esas otras, pero plantean luego muchos problemas para, policial y judicialmente, solicitar medios de vigilancia, como las escuchas telefónicas". Y acabó: "Confío en salir de este impasse".

Durante la sesión parlamentaria, el PP se mostró especialmente preocupado por lo que consideró "arbitrariedad" de los responsables de las entidades bancarias en esta lucha contra el dinero negro del narcotráfico.

Penas blandas

Ante la comisión mixta Congreso-Senado sobre Drogas Abad no ocultó su desazón respecto a la persecución del blanqueo de dinero. Para redondear su pesimismo, manifestó: "En blanqueo de dinero, la pena en el nuevo Código Penal se ha quedado corta. Hasta seis años. Es un agravio comparativo, porque es lo que le puede caer a alguien por pasar una papelina. Merecería una mayor sanción del Código Pehal, pero es tan reciente que cuesta pensar en modificaciones inmediatas". Más adelante, volvió a señalar: "Es que en blanqueo de dinero es espectacular el agravio comparativo: una persona que vende una papelina no puede ser castigada como quien culmina toda la operación con millones de dinero sucio".Y para completar el panorama, el jefe de la Fiscalía Antidroga se refirió a la escasez de medios con que cuenta para la tarea tan difícil que les ha sido encomendada: perseguir a los grupos organizados del narcotráfico. Contó que son ocho fiscales con sede en Madrid, más 16 fiscales delegados distribuidos por toda España. Y describió la escasez de medios, tanta que hasta hace poco no consiguieron éstar informatizados, aunque la fiscalía fue creada en 1988. "Resulta realmente agobiante", dijo.

Pero aún hay más: la comisión y el comité permanente de Lucha contra el Blanqueo de Dinero previstas en la ley sólo han celebrado sus reuniones inauguarales.

Y un punto añadido de pesimismo: los macroprocesos. El fiscal, que no perdió en ningún momento un tono de humor amargo, dijo que son inevitables, pero que "son malos en sí mismos" y que comprende que prodúzcan mucha frustación, por que retrasan enormemente los procesos. "Fíjense lo que es tener 30 acusados a la vez y sumarios de 30 tomos". Y teriminó con una metáfora: "Meter un macroproceso en la Ley de Enjuiciamiento Criminal es como meter el Talgo en tu casa".

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