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Maridos infieles y mujeres de compras,los mejores clientes

Maridos díscolos, esposas devotas de las compras o el bingo e hijos que birlan el coche al padre son los mejores clientes de la grúa. Con ellos nunca hay problemas, ni malas caras, explican dos responsables de la empresa concesionaria de la grúa, Emitra."Cuando a un señor le retiramos el coche aparcado junto a a un puticlub tiene muchísimo interés no sólo en pagar la tasa de la grúa, sino hasta la multa. Todo con tal de evitar que llegue a casa la notificación", explican. En el caso de las mujeres, el afán por pagar tasa y sanción también tiene fines ocultistas: que el marido no sepa que anduvo de compras, o en el bingo. Igual que los hijos que cogen el coche paterno a escondidas.

Los demás sancionados no ahorran quejas e insisten en que su coche "no estorbaba". Rosa, una de las cajeras, no se inmuta, aunque una vez recibió un puñetazo. Gajes del oficio.

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