El rastro de un cheque
Francisco Herrero, propietario de la sauna gay Paraíso, recibió el 2 de junio la visita de la policía municipal, que le precintó el negocio por falta de la licencia oportuna. Herrero, enfadado, denunció al día siguiente una trama de corrupción entre funcionarios del Ayuntamiento de Madrid. Según el dueño de Paraíso -local abierto de nuevo en agosto-, determinados funcionarios del Ayuntamiento llevaban años cobrando dinero a comerciantes para agilizar las licencias para sus empresas.Y añadió que el precinto y cierre de su negocio era la consecuencia de que él no había querido pagar. Aportó como prueba la fotocopia de un cheque. ¿Cómo es que Herrero guardaba esa fotocopia? Porque un amigo suyo, José Manuel Gutiérrez, era amigo también del ingeniero que ha reconocido ahora ante el juez haber servido de enlace entre dos funcionarios sobre los que planea una sombra de presunta corrupción. Gutiérrez acompañó al ingeniero a cobrar el cheque en el banco. El origen, la historia y el destino final de los 5.050.000 pesetas del talón es lo que el juez intenta aclarar.
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