El pueblo vallado
Valdemaqueda protesta por el cercado de los pinares de su término municipal
Valdemaqueda (550 habitantes) no quiere terminar cercada por vallas de espino. El vecindario se lanzó ayer a la calle para protestar contra la venta a un particular de una de las fincas arboladas que posee la empresa Unión Resinera, propietaria de unas 5.000 hectáreas de bosque en Valdemaqueda, más del 90% del término municipal. Valdemaqueda teme que esta venta origine el vallado de la finca -tal y como ocurrió con otras dos parcelas de las que la resinera se desprendió hace tres años- y que el pueblo termine ceñido por un cinturón de alambre que impida a los vecinos disfrutar de los bosques, a los ve raneantes acampar entre pinares y a los ganaderos mandar sus rebaños a pastar.La finca puesta ahora a la venta por 105 millones de pesetas (315 hectáreas) linda con la plaza del pueblo. "Si la venden, no podremos ni salir del Ayuntamiento", relataba ayer Felipe Aguado, concejal de Obras, del PSOE. Por eso, el vecindario exigía ayer, entre cánticos y gritos, que el gobierno de la Comunidad ejerza su derecho de tanteo y se quede con la finca. Sin embargo, el consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor, no quiso pronunciarse ayer sobre la posible compra por parte de la Comunidad. Sólo explicó: "Los bosques de Valdemaqueda son zona de especial protección, y nuestra misión es velar por ellos y que no se altere la naturaleza con independencia de su titularidad".
El alcalde, Antonio Sánchez, del PSOE, recordaba por su parte que durante los últimos 30 años no ha habido ningún incendio forestal en el pueblo. "Hemos cuidado con cariño el bosque. Cuando hay un conato, salimos todos a apagarlo; por eso esta tierra es un lugar maravilloso. Sin embargo, así nos pagan, vallándonos como si fuéramos indios. No lo vamos a permitir". Junto a él, varios vecinos amenazaban con quemar el monte y tirar las vallas. "O para nosotros, que lo hemos cuidado durante siglos, o para nadie", amenazaban.Una de las vecinas que ayer protestaban comentó: "Tengo cuatro hijos y unas pocas cabras de las que vivo. Mis animales han pastado siempre en los terrenos que ahora quieren vallar. Me llevan a la ruina. Y todo para que un señorito pegue cuatro tiros y cace unos venados, que es para lo que utilizan las fincas", sollozaba.
Por su parte, Unión Resinera responde que tiene "derecho a vender". "Se han cumplido todos los trámites administrativos y se ofreció el pasado día 26 la finca a la Comunidad. Si la rechaza, la venta a un particular se llevará a cabo", dijo un portavoz.
La Unión Resinera posee los bosques desde 1906, que se los compró a los duques de Medinaceli. Los explotó forestalmente hasta 1989, cuando la sociedad, controlada por tres grupos bancarios, cambió de actividad multiplicando sus beneficios por 25.
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