Los integristas argelinos asesinan a nueve viajeros

La guerrilla integrista asesinó ayer a nueve viajeros en el sur de Argelia. Pocas horas antes de que se perpetrara esta matanza, un comando islamista había lanzado dos granadas contra una escuela cerca de la capital, Argel, que mataron a uno de los alumnos e hirieron a varios más. Mientras, las autoridades continúan minimizando la guerra que desde hace más de cinco años mantienen con los integristas islámicos y en la que ha habido ya más de 50.000 muertos y 5.000 desaparecidos.Los nueve pasajeros fueron asesijiados en la noche del lunes al martes en las cercanías de Ksar el Hiran, cerca de Laguat, a unos 300 kilómetros al sur de Argel, según aseguraba ayer un comunicado oficial transmitido a la agencia de prensa estatal APS. Las víctimas viajaban en un autobús interceptado por un grupo armado. La información no ha podido ser contrastada debido a la implacable censura ejercida desde hace más de un año por la presidencia de la república.

La información relativa a estos nueve asesinatos demuestra la incapacidad del Ejército argelino para acabar con las milicias islamistas, a pesar de que en el mes de agosto de 1995 desencadenó una importante operación contra esas fuerzas en el este del país. En aquella ocasión las guerrillas islamistas acabaron haciéndose fuertes en la alcazaba de la ciudad de Laguat, que fue desalojada por la policía y bombardeada durante cerca de una semana. Nunca se llegó a conocer con exactitud el número de muertos registrados en la batalla. Las fuerzas policiales impidieron entonces el acceso de periodistas a la zona. A Argel sólo llegarían días después los ecos de una huelga general protagonizada por los. vecinos y comerciantes de Laguat para protestar por las vejaciones y excesos cometidos por los soldados.

La batalla de Laguat provocó una desbandaba de la guerrilla islamista, que se desperdigó por las montañas cercanas, subiendo hacia el norte hasta la ciudad de Telemcen y asediando las zonas petrolíferas cercanas. Desde aquella fecha sólo se puede viajar por esas carreteras en horas prefijadas y formando convoyes estrechamente custodiados por la Gendarmería o el Ejército. A pesar de estas precauciones, numerosos autobuses y vehículos privados eluden estos controles, convirtiéndose en un blanco fácil de la guerrilla. El 15 de agosto pasado, fue asaltado un autobús por un comando y 17 jóvenes viajeros fueron degollados.

El otro ataque, el perpetrado contra una escuela al sur de Argel, se.inscribe en la ofensiva lanzada por los islamistas desde hace dos años contra las escuelas públicas para exigir la abolición de las clases de francés, de la educación física para las niñas, la separación de los sexos y la obligación de llevar vestidos islámicos.