Europa reprime a sus kurdos

Nos ha sorprendido gratamente el buen nivel de información y la ecuanimidad con que la prensa española ha abordado la última crisis que se ha producido en el conflicto de Kurdistán. Sólo una salvedad. ¡Qué manía con lo de "el Kurdistán"! Ya sabemos que la mayoría de estudiosos sobre la cuestión son de la France, pero creemos que, al igual que no es "el Kazajistán" ni "el Turkmenistán" ni siquiera "el Pakistán", tampoco es "el Kurdistán"; basta con escribir Kurdistán a secas, sin artículo.Por otra parte, no estaría mal que los kurdos estuvieran de actualidad no sólo cuando hay campaña electoral en Estados Unidos y hay que soltarle algún misilazo a Sadam.

Los kurdos, el mayor pueblo sin Estado del mundo, viven y mueren todos los días, mientras Alemania, el mayor exportador de armas a la zona, reprime la manifestación de 200.000 de ellos, que se reunieron en Colonia el sábado 21 de septiembre, y Bélgica, atravesada por el marasmo dé los casos Ducroux o Cools, trata de probar su eficacia policial impidiendo a la televisión vía satélite kurda emitir sus informativos en directo. Y todo ello en medio del silencio de los medios de comunicación para los que 200.000 manifestantes deben "ser pocos.