La eficacia es la eficacia

Si usted, persona discapacitada, que usa silla de ruedas, que vive o trabaja en Madrid, que no puede acceder al transporte público exceptuando el taxi, pero que, al carecer de altísimos ingresos, se convierte en tan inaccesible e ineficaz como el metro o el autobús, pretende hacer una vida activa utilizando su propio automóvil y considerando, en buena lógica solidaria, que existen aparcamientos reservados para personas como usted y tolerancia por parte de los, agentes del orden, olvídese; en Madrid, de un tiempo a esta parte, las cosas han cambiado.En nombre del liberalismo económico, la Virgen de la Almudena y el Tratado de Maastricht, unos tipos de una empresa privada de capital norteamericano, con las bendiciones de la Policía Municipal, se llevan los coches de la calle y les trae sin cuidado si el conductor va en silla de ruedas o a caballo. La eficacia es la eficacia, y los lugares reservados para minusválidos, aun llenos de coches no autorizados, entorpecen poco la circulación y menos el orden estético.

Soy una persona, discapacitada, usuaria de silla de ruedas, a la que el pasado 17 de septiembre, por aparcar inadecuadamente en la calle Jorge Juan, junto a cuatro aparcamientos para "vehículos minusválidos autorizados" repletos de "vehículos no minusválidos y no autorizados", Emitra, concesionaria del Ayuntamiento de Madrid, me retiró el coche a las 20.30. La odisea posterior para recogerlo en un parking, como todos, absolutamente inaccesible, por triste, se la ahorro al lector.