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El rector de la Universidad de Alicante impide a Zaplana presidir la inauguración del curso

El presidente valenciano, en 'guerra' con tres de sus cuatro universidades

El presidente de la Generalitat valenciana y la Universidad de Alicante se declararon ayer la guerra abierta. La ceremonia de apertura oficial del curso académico se convirtió en un pulso entre el poder político y la autonomía universitaria. El rector, Andrés Pedreño, esgrimió esa autonomía para prohibir presidir el acto al presidente de la Generalitat, el popular Eduardo Zaplana. El gesto motivó que el político abandonara el campus junto con decenas e cargos públicos afines, en los que se arropó para una visita que ya se prometía problemática.

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Un duro pulso,

Varios meses de fuerte polémica y tensas relaciones, entre la Generalitat y la Universidad de Alicante, después de hacerse público el proyecto del PP de crear una segunda universidad en Elche -que incluye la segregación de escuelas y facultades consolidadas en la primera- acabaron en ruptura definitiva.Zaplana, que llegó al campus materialmente rodeado de un nutrido grupo de cargos públicos del PP, hasta un número cercano al centenar, optó por abandonar precipitadamente el salón donde iba a celebrarse el acto solemne de apertura del año académico. "Se trata de un lamentable problema de protocolo", dijo en su apresurada carrera por ganar la calle. El rector indicó que había hecho valer el principio de autonomía unversitaria "para evitar la politización del acto, como ya había ocurrido minutos antes en el patio del paraninfo", puntualizó.

El reglamento de protocolo de la Ley de Reforma Universitaria establece que el rector debe presidir todo acto de carácter académico. Esta regla sólo incluye dos excepciones: cuando al acto asiste el Rey o el presidente del Gobierno, pero nunca en el caso de los presidentes de las comunidades autónomas, que pueden hacerlo por deferencia del rector. Andrés Pedreño aplicó ayer el reglamento a rajatabla, con el benéplacito de su equipo de gobierno y el respaldo de otros nueve rectores que asistieron al acto. "De esta decisión ya había sido informada unas horas antes la Presidencia de la Generalitat", precisó el rector. Tampoco Zaplana había comunicado con mayor antelación a la Universidad su intención de asistir al acto, extremo que se produjo a últimas horas de la tarde del jueves.

Plebiscito estudiantil

La presencia de Zaplana en el claustro del paraninfo de la Facultad de Derecho derivó en un plebiscito estudiantil en tomo a la propuesta de segunda Universidad de Alicante, que el PP propugna con sede central en la vecina Elche.Este proyecto cuenta con el rechazo unámime de la Junta de Gobierno y la mayoría de los estudiantes, porque, a su juicio, no servirá para descongestionar el campus, duplica titulaciones y prevé la segregación de centros de Alicante, entre otros la fundacional Facultad de Medicina, plenamente consolidada.

La propuesta del PP valenciano también ha sido rechazada por el Consejo de Universidades y la Conferencia de Rectores Españoles. Pese a la oposición de los académicos, los políticos intentan imponer el proyecto.

Durante unos diez minutos, Zaplana, cuatro de su consejeros y el rector asistieron impasibles a la batalla dialéctica de los alumnos. Un grupo de ellos, más próximo al presidente, no cesaba en su gritos, de apoyo: "Zaplana, adelante, Elche es importante", coreaban sin desmayo. "Zaplana, dimite, la Uni no te admite" y "Fuera, fuera", respondía el grupo opositor.

Entretanto el presidente, seriamente preocupado, preguntaba al rector por el servicio de seguridad mediante guardas jurados, temeroso del desarrollo de los acontecimientos. Finalmente, la comitiva se decidió a cruzar los 25 metros que la separaba del salón de actos del paraninfo. Allí, y sobre la escalerilla de acceso a la mesa presidencial, el rector Pedreño y el presidente Zaplana entablaron un diálogo sobre quién iba a ocupar la presidencia del acto.

Nube de altos cargos

El presidente exigió ser él, bajo la amenaza de abandonar el acto. El rector llegó a cederle el sillón presidencial, pero no el control y la clausura de la ceremonia, que a su entender debía dirigir un académico. Zaplana declinó la oferta y salió a toda carrera del salón envuelto en una nube de altos cargos, guardaespaldas y periodistas.El gobierno valenciano ha hecho público un comunicado en el que califica de "ofensa" la actitud del rector. "No se recuerda una decisión de esta naturaleza impidiendo al presidente de la Generalitat Valenciana ostentar la presidencia en un acto oficial de apertura de curso académico en la historia de las universidades de la Comunidad Valenciana", señala la nota. "Ni El anterior presidente de la Generalitat, ni el actual, habían sufrido nunca una ofensa de estas características", señala.

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