El homicida de un policía en Marbella recibió cuatro disparos antes de ser detenido
Albertus van Dijken, el delincuente holandés que el jueves mató a tiros a un policía en Marbella e hirió a otro, permanece en estado de coma en el hospital Carlos Haya de Málaga tras recibir cuatro disparos antes de ser detenido. Sobre el presunto homicida, que fue descubierto en el altillo del armarlo de un chalé de la urbanización Cortijo Blanco, pesaba una orden de busca y captura desde 1993 por siete robos cometidos en su país.
El agente fallecido, Juan Alameda Rodicio, recibió ayer la medalla al Mérito Policial con Distintivo Rojo en un acto al que asistió el ministro del Interior Jaime Mayor Oreja. El titular de Interior, que asistió también a una misa por el oficial, manifestó el reconocimiento del Gobierno y de la sociedad a la labor policial. "Muchas veces sólo nos acordamos de la policía cuando hay un atentado terrorista, y nos olvidamos que hay un que hacer diario con la delincuencia común que implica enorme riesgo para sus vidas, como en este caso se puso de manifiesto", señaló.El policía fue asesinado cuando realizaba una patrulla rutinaria por la urbanización Cortijo Blanco, de Marbella, acompañado por el agente Carlos Mejías Cervera, quien fue gravemente herido y. se encuentra ingresado en el Hospital Comarcal de la localidad malagueña.
La policía detuvo al agresor tres horas después escondido en el altillo del armario de un chalé. Según fuentes policiales, van Dijksen se resistió a su detención, y los agentes abrieron fuego sobre él causándole cuatro heridas de bala: una en el cráneo con orifico parietal occipital y sin orifico de salida, dos más en mano derecha y una en el pie derecho así como contusiones múltiples. Fuentes de la policía señalaron ayer que tratan de comprobar la veracidad de la identidad del agresor.
El gobernador civil malagueño, Jorge Cabezas, informó ayer que el supuesto agresor actuó movido por "una reacción extremadamente Violenta cuando la Policía iba a identificarle". En este sentido, ha explicado que la reacción de Van Dijksen pudo deberse a la orden de busca y captura que pesa sobre él.
El policía asesinado había conseguido días atrás su ascenso como oficial y la cruz al Mérito Policial. Sus compañeros lo definían como "un eficaz profesional, que no se hacía notar y al que apreciaban hasta los delincuentes".
La comisaría marbellí permaneció ayer prácticamente inactiva, y en sus dependencias se instaló la capilla ardiente de la que partió el féretro hacia la iglesia de la Encarnación a las 17.00 horas, donde se ofició la misa. Al agente asesinado se le impuso también la medalla de oro de la Hermandad del Cristo del Amor, cofradía de la que es hermano mayor honorario el cuerpo de la Policía de la localidad.
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