El PSOE exige a Aznar que conteste en el Congreso si cree que González creó los GAL

Los socialistas van a presionar hasta donde sea posible al presidente del Gobierno, José María Aznar, para que diga ante los ciudadanos si comparte o no la opinión del vicepresidente del Gobierno Frarícisco Álvarez Cascos de que Felipe González estuvo al frente de la creación de los GAL. Ayer trasladaron el asunto al Congreso: Aznar tendrá que contestar el próximo miércoles si respalda las declaraciones de su vicepresidente. Felipe González pidió ayer a los suyos que mantengan "una gran serenidad" ante comportamientos como el de Álvarez Cascos.

González pide serenidad, y desde el Gobierno, al menos en la voz del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, se dice que la intención del Gabinete es hacer caso a Jordi Pujol en su petición a socialistas y populares para que dejen de crispar la vida política.Mientras desde las cúpulas se dice esto, cuando se desciende en el escalafón el tono es otro. El diputado del Grupo Popular Rogelio Baón, miembro de la Comisión de Defensa, fue tajante: "Existe la convicción popular y social de que Felipe González es el culpable de los GAU. Luis Ramallo, que abandonará en breve su escaño para ocupar la vicepresidencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, afirmó que si alguien ha de comparecer ante la justicia por el caso GAL "ése ha de ser Felipe González".

Rodríguez Ibarra

En este rifirrafe no quiso entrar ayer González, ni siquiera para comentar la petición de su compañero de partido, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente de la Junta de Extremadura, que en un artículo publicado en El Mundo solicitó ayer a su partido que rompa relaciones con el PP. González dijo que no había leído esas declaraciones, pero que, en todo caso, pedía "gran serenidad" ante comportamientos como el de Álvarez Cascos.Horas después de esta declaración, entraba en el registro del Congreso una pregunta que el ex ministro de la Presidencia Alfredo Pérez Rubalcaba formulará el próximo miércoles a Aznar "¿Respalda el presidente del Gobierno las declaraciones del vicepresidente primero hechas en Mérida el pasado 29 de septiembre?".

Muchos dirigentes socialistas tuvieron ayer ocasión de reunirse y hablar en el Congreso aprovechando la celebración de unas jornadas sobre Mujer, familia y empleo, inauguradas por González. Ramón Jáuregui, líder de los socialistas vascos, consideró que las afirmaciones de Alvarez Cascos eran de tal gravedad que la Ejecutiva Federal del PSOE, de la que es miembro, deberá emitir una declaración en su reunión del próximo lunes. "Debemos hacer un pronunciamiento firme ante la opinión pública reclamando la independencia del poder judicial y la serenidad del debate político para encarrilar el futuro de España, que es lo que realmente importa", dijo Jáuregui.

La tesis general de los socialistas es que Alvarez Cascos, con su acusación a González, presiona al Supremo para que decida llamarle a declarar sobre los GAL. El portavoz socialista, Joaquín Almunia, señaló que su partido "no dará ningún argumento para dudar de la justicia o para que los ciudadanos crean que los políticos tratan de condicionar las decisiones de un tribunal". Pero a la vez señaló que los socialistas se sienten indignados con las afirmaciones de Alvarez Cascos y el respaldo que han recibido por parte de Miguel Angel Rodríguez, secretario de Estado de Comunicación.

El PSOE sigue creando un determinado ambiente en contra de Álvarez Cascos antes de que el presidente conteste en el Parlamento. Almunia considera que si Aznar respalda a su vicepresidente "no tiene talla para ser presidente del Gobierno, y, si no es así, debe exigirle que se retracte, y, si no se retracta, debe destituirle". Otro de los que cargaron ayer contra Álvarez Cascos fue el presidente socialista de Castilla-La Mancha, José Bono, que dijo que las declaraciones del vicepresidente sólo pueden hacerse "desde la maledicencia y la calumnia cuando resulta falso, o desde la demencia".

Izquierda Unida, por su parte, pide por un lado, a Álvarez Cascos que, si está seguro de lo que dice, declare todo lo que sabe; pero, por otro lado, la coalición de izquierdas considera un sarcasmo que se llame a la tranquilidad.

El coordinador general de IU, Julio Anguita, dijo ayer en una reunión con la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP), que para pedir que se baje el tono de crispación política habría que preguntarse si ha desaparecido el problema que la creó. No, responde contundente: "Están peor que nunca". Se refiere Anguita a los GAL y a la negativa del Gobierno de desclasificar los papeles del Cesid.