Esclarecidos se sumerge en la electrónica
Cuando se habla de Esclarecidos se hace inevitable volver la vista atrás; hace mucho tiempo que pasó con un torbellino la ya difuminada y lejana movida que en los ochenta cambió el ritmo de este país. Con la misma fuerza que llegó se llevó por delante a la mayoría de sus artífices y sólo unos pocos han alcanzado cierta eternidad; sin duda, Esclarecidos jamás ha sufrido deterioro alguno. Pero cuenta Cristina Lliso, alma y voz de Esclarecidos, que Alfonso, su compañero letrista, afirma al respecto que "cada uno tiene lo que se merece".Esclarecidos acaba de editar su séptimo trabajo en 15 largos años de vida; bajo el título de La fuerza de los débiles se han atrevido a sumergirse en la electrónica, materializando en 12 canciones las experiencias que sus oídos han captado en los últimos tiempos. Las influencias, lejanas, muy lejanas, pero al fin definitivas, tienen de protagonistas a personajes como Tricky, Bjork o David Bowie, a los que alude Cristina. También explica que buscaban hacer un disco acorde con el tiempo en el que vivimos, "un disco contemporáneo, que reflejara el momento tanto en lo musical como en lo temático. Esclarecidos siempre ha estado abierto a influencias externas, pero también tenemos un lenguaje propio". Lo que quizá sea el secreto de la eterna juventud de esta banda que dice sentirse "desclasificada dentro del panorama actual" *
La fuerza de los débiles ha sido el resultado de estrechas conversaciones con el productor del trabajo, el polifacético Suso Saiz, a quien Cristina comentó con convicción lo que no deseaba para este proyecto: "Hablamos por teléfono y, ante su sorpresa, le expuse que no quería un disco mestizo que tuviera un poco de todo. Ritmos de bossa nova, jazz, etcétera. Lo que pretendíamos era un disco conceptual, cuyo germen se encontraba ya en el anterior, Dragón negro".
Así que este nuevo trabajo acaba de publicarse, con las consiguientes críticas resumidas en una abultada cosecha de buenas palabras para un disco durante cuya gestación "hubo momentos en los que tuvimos una verdadera sensación de vértigo, de no saber hasta dónde llegaríamos; hay finalmente una intensidad sonora que ha hecho que el resultado nos haya dejado satisfechos".
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