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El lado oscuro de Móstoles

Cuatro jóvenes preparan los efectos especiales de un filme que se rueda en la localidad

La culpa fue de La guerra de las galaxias. Los efectos especiales de esta película y sus entregas sucesivas cautivaron a un grupo de adolescentes de Móstoles (199.400 habitantes), que decidieron interrumpir sus estudios de FP y BUP o rechazar la Universidad para consagrarse a lo que de nomínan "casquería", el género de largometraje sangriento que muestra sin tapujos vísceras y miembros arrancados.Los cuatro jóvenes que integran la asociación Dark Side (lado oscuro) dedican una media de 10 horas diarias a crear monstruos y horrores, y de vez en cuando les salen "encarguillos" de discotecas que hay que convertir en panteones egipcios o parajes prehistóricos. En la actualidad preparan los efectos especiales de Mucha sangre, una película que se produce en Móstoles.

También superponen esqueletos con el ordenador para programas de televisión y crean cabeceras para la cadena local. Su próximo trabajo es una exposición de sus mejores creaciones en la Delegación Municipal de Juventud, en el mes de diciembre.

Francisco José García, de 20 años, y José Manuel Meneses, de 21, son los fundadores de Dark Side. Confiesan que ya desde pequeños manipulaban la témpera roja en el colegio para dibujarse heridas sangrientas, e incluso rodaban cortometrajes caseros para enviarlos a la tele. "Siempre nos los comíamos, porque no gustaban y jamás los sacaban", comenta José Manuel.

Tras comprobar que sus familiares -protagonistas sin sueldo de sus películas- no servían como actores, decidieron construir muñecos como un ET o una reproducción de Freddy Kruegger. La perfección de estos personajes les abrió la puerta de una sala en la que ya llevan cuatro años trabajando, dentro de la Delegación Municipal de Juventud.Sergio López, de 17 años, e Íñigo Álvarez, de 27, fueron los últimos en formar parte de Dark Side, y sus miembros fundadores les aceptaron porque presentaban la misma "deformación mental". "Ellos también se despistaban en clase y pasaban del profesor porque estaban concentrados en fabricar una cabeza cortada".

Los padres del cuarteto no comparten la afición por los efectos especiales de sus hijos. "Quieren que estudiemos para abogados y ganemos dinero, pero sólo hay que demostrar que con esto, uno se puede ganar la vida", explican los chicos.

Mientras se dedican a la cinta Mucha sangre no pierden de vista sus metas: trabajar con Álex de la Iglesia o crear los efectos especiales de una posible quinta parte de La guerra de las galaxias.

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