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Maradona, de nuevo en la cruz

Un informe médico sin firma dice que el astro argentino tiene Ias neuronas del lóbulo frontal aplanadas"

A Diego Maradona, como dice el tango, "se le cuelgan de la cruz". Cuando navega al garete por el mundo porque no sabe ya a dónde encallar su destino, cada vez que pone pie en las costas argentinas la prensa se vuelve contra él para reclamarle por lo que no fue ni es y para cobrarle por anticipado lo que ya nunca será. El pasado fin de semana la revista Noticias publicó en exclusiva un supuesto informe médico que, aun cuando no se precisa en las fuentes, correspondería a una serie de exámenes realizados a Maradona el año pasado. En ese diagnóstico, del que ningún médico se hace responsable y "en otras palabras" -según aclara el texto- se comprobó que "las neuronas de su lóbulo frontal se habían aplanado". "Para salir del asombro", dice el autor del reportaje, "se le realizó a Maradona un estudio complementario que confirmó el primero". En otro tramo de una crónica extensa que sólo cita estos dos datos y luego rellena lo demás con opiniones de médicos sobre los efectos que habitualmente produce el consumo excesivo de cocaína, se asegura que "un directivo de la clínica Fleni" había confirmado las reiteradas hospitalizaciones de Maradona, con nombres supuestos, para estudios relacionados con su adicción.Para darle el contenido dramático que el asunto requiere la revista Noticias publica imágenes comparativas que muestran cómo se arruina un cerebro a causa de la adicción a la cocaína y agrega anécdotas que revelan el excesivo consumo del jugador. Ninguna de esas historias, sobre fiestas realizadas en cuartos de lujosos hoteles con amigos y mujeres especialmente contratadas, revela nada que ya no conocieran hasta los aficionados al fútbol en Argentina. La vida privada de Maradona es parte también de su leyenda. En lo que se refiere a su salud, cualquier diagnóstico no haría más que confirmar lo que se nota a simple vista: atraviesa periodos de profunda depresión y también de euforia, está triste, nervioso, se descontrola con facilidad, en ocasiones se vuelve agresivo aun contra él mismo y sufre ahora por la sensación de que en su país ya no le quieren.

A su regreso al país y antes de marcharse de inmediato para tartar de seguir como pueda con su vida lejos de Argentina, Maradona ofreció una inesperada rueda de prensa en la que no pudo ocultar que se siente herido y golpeado como nunca. La publicación en Europa del libro La mano de Dios le ha dado argumentos suficientes para iniciar una demanda judicial a todos los que, según él, colaboraron o sirvieron como fuente de información al autor, el periodista Jimmy Burns. El "batallón de abogados" de Maradona irá contra los ex entrenadores de la selección argentina de fútbol, Carlos Bilardo y Cesar Menotti, y también contra su ex amigo y apoderado, Jorge Czysterpiller, entre otros.

La borrasca del fin de semana que atravesó Maradona se abrió parcialmente el pasado domingo por la tarde, cuando fue visto por última vez en el palco propio que posee en el estadio del Boca Juniors.

La victoria por 3-2 del Boca sobre el River, su clásico rival, lograda cuando ya se habían jugado dos minutos más del tiempo reglamentario, le provocó una alegría incontenida. El entrenador del Boca, Carlos Bilardo, le pidió desde el campo de juego que bajara a los vestuarios para festejar el triunfo junto con el resto de los que fueron sus compañeros. En ese momento, riendo, abrazado a su mujer, rodeado de la familia y amigos, Maradona soñó otra vez que, "quizá, tal vez..." Y cuando Maradona dice eso, todos vuelven a colgársele de la cruz.

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