ADECUAR EL NOMBRE

Tinieblas González ha invertido hasta el último duro de su futuro para hacer sus pinitos en el cine. Este joven realizador de 24 años de Llodio (Álava) ha pedido a su madre la herencia por adelantado para sufragar un cortometraje que está rodando estos días por el casco antiguo de Vitoria. Adicto al cine de terror, empezó su odisea cinematográfica cambiando su nombre de nacimiento, Valentín, por Tinieblas, más a tono con el argumento de su primera película en 35 milímetros titulada Por un infante difunto. La cinta en blanco y negro, que se presentará al Festival de Cortometrajes de Bilbao, cuenta la terrorífica vida de un niño de 8 años con sus padres alcohólicos, con música de Ravel de fondo y desenlace sangriento, como no podía ser menos, en una carnicería. Para echarse a temblar.-