La defensa de la tumba de José

Fuerzas de seguridad palestinas protegían anoche la retirada de los 42 soldados israelíes atrapados en la tumba de José, después de que el bíblico enclave, situado en la ciudad cisjordana de Nablus, se convirtiera a primeras horas de la mañana en el punto de mira de la enfurecida multitud palestina. El general israelí Uzi Dayan aseguró que los policías israelíes que guardaban la tumba se vieron enzarzados en una "auténtica- batalla" cuando centenares de encolerizados palestinos los sitiaron. Hubo intercambio de disparos entre las fuerzas de seguridad palestinas e israelíes. Estos últimos pidieron refuerzos y hubo un intento fallido de rescatarlos. Sólo cuando, por la noche, el gobernador palestino de Nablus declaró el toque de queda, comenzó a despejarse la zona, que quedó bajo control efectivo de la policía palestina, y se iniciaron las negociaciones para la salida de todos los militares israelíes atrapados.

En la superficie del histórico monumento quedaron los restos calcinados de dos blindados de transporte de tropas y de seis jeeps. El general Dayan reconoció que "hubo muertos" en las filas israelíes. Siete de ellos fueron evacuados por una unidad. Testigos palestinos aseguran que vieron sacar los cadáveres de al menos cuatro miembros del Tsalial (Ejército israelí) y la retirada de otros dos heridos graves.

Israel desplegó blindados en los alrededores de Nablus, ciudad autónoma palestina de 130.000 habitantes. La tumba de José es el único enclave bajo control israelí. "Tratamos de resolver esto de forma pacífica", declaró el gobernador, Mahmud al Alul, al iniciarse la evacuación de los soldados israelíes.