Grecia entra con Simitis en la senda del centro y la convergencia con Europa
Grecia entró ayer en una nueva etapa política. La renovación del partido socialista (PASOK), con un mensaje centrista y proeuropeo, llevada a cabo por Costas Silmitis desde que fuera elegido primer ministro el pasado mes de enero en sustitución de Andreas Papandreu, ha recibido un amplio respaldo popular. Los resultados definitivos de las elecciones del domingo otorgan al PASOK el 41,5% de los votos y 162 diputados de los 300 que integran el Parlamento de Atenas.Los comicios supusieron una catástrofe para el principal partido conservador, Nueva Democracia, que quedó por debajo de sus resultados de hace tres años, con el 38% de los sufragios y sólo 108 escaños. Su líder, Miltíades Evert, dimitió nada más conocerse la derrota comenzó inmediatamente la carrera por su sucesión. Ya han anunciado sus candidaturas para dirigir a la derecha Dora Bakoyani, hija del ex primer ministro conservador Constantino Mitsotakis, y el empresario y ex ministro de Economía Stephanos Manos.
Costas Simitis recibió ayer el mandato de formar nuevo Gobierno tras entrevistarse con el presidente de la República, Constantinos Steplianopulos. A la salida de la reunión, Simitis dijo que el nuevo Ejecutivo será anunciado en los próximos días.
Ya han empezado a circular las primeras quinielas de ministrables. Se da por seguro que Simitis entronizará a la nueva generación de jóvenes políticos del PASOK como Yorgos Papandreu, hijo rnayor de Andreas y actual ministro de Educación, a quien se apunta para Exteriores; Evangelos Venizelos, hasta ahora ministro de Justicia, y Costas Laliotis, responsable de Medio Ambiente. No obstante, en el nuevo Gabinete también habrá sitio para otros notables del partido como Vasso Papandreu (sin parentesco familiar con el fundador Andreas) o Akis Tsohatzopulos, actual número dos del partido. Se considera más que probable la salida del Gobierno del actual titular de Defensa, Gerasimos Arsenis.
En la noche electoral, Simitis declaró que la victoria del PASOK era la de "las ideas, los valores y los principios" de quienes creen "tanto en la paz como en la defensa de la soberanía de Grecia", de los que quieren que su país "influya en las decisiones internacionales" y "de todas las fuerzas dinámicas que creen en la competitividad de la economía griega". Una forma de decir sin citarlo, que los destinos de Grecia quedan unidos a la ortodoxia económica que dicta Bruselas y que recuperar la credibilidad en el exterior es la mejor fórmula para que la voz de Grecia se vuelva a oír en la crisis de los Balcanes o en el contencioso con Turquía.
Prioridades
Las prioridades económicas serán la reducción de la inflación -8,5% ahora, y 7,2% prevista para final de año- y cerrar unos presupuestos restrictivos que adelgacen el sector público. El empleo público aumentó un 2% el pasado año. En cuanto a la integración europea, Simitis deberá andarse con pies de plomo, ya que su victoria sólo ha sido de tres puntos y porque los griegos son reticentes a imposiciones del exterior. Además, su historia le hace bascular hacia Oriente.Estas dificultades no pueden compararse, en cualquier caso, con la crisis de identidad que ha supuesto para Nueva Democracia su fracaso electoral. El partido conservador está muy dividido y tardará tiempo en encontrar un nuevo líder.
Peor suerte electoral aún que Nueva Democracia corrió el partido de la derecha nacionalista, Primavera Política, de Antonis Samaras, que de contar con 10 diputados ha pasado a quedar fuera del Parlamento con tan sólo el 2,9% de los votos. Comentaristas políticos griegos y fuentes díplomáticas temen que el nacionalismo de Samaras, que eliminó de sus listas a los candidatos musulmanes, derive en una suerte de racismo a lo Le Pen en Francia.
Esta tentación está latente también en el Movimiento Social Democrático (DIKKI) fundado por el ex ministro del PASOK, Dimitris Tsovolas, que entró en el Parlamento con nueve diputados al lograr el 4,4% de los sufragios.
La otra cara de la moneda la ofrece la Coalición de Izquierda (Synaspismos) del muy respetado Nikos Constantopulos, que ha vuelto al Parlamento con 10 diputados y el 5% de los votos. La Coalición de Izquierdas, que hunde sus raíces en el eurocomunismo de finales de los setenta y está a favor de Maastricht, tendría su equivalencia en España en la Nueva Izquierda de Diego López Garrido. El Partido Comunista (KKE), por su parte, mejoró sus resultados, con 11 diputados y el 5,5% de apoyo popular.
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