Aluvión de críticas a la iglesia católica de Escocia por haber ocultado al hijo del obispo fugado
El cardenal primado de Gran Bretaña aboga por una mejor educación en la castidad
La Iglesia católica escocesa se vio envuelta ayer en un aluvión de críticas por el secretismo con el que ha llevado el caso de Roderick Wright, ex obispo de la diócesis de Argyll, cuya vida secreta incluye hasta la fecha dos amantes y un hijo de 15 años. Los ataques, al celibato quedaron incluso silenciados bajo el aluvión de protestas por la insensibilidad de la jerarquía católica ante las decenas de hijos anónimos de tantos sacerdotes, a los que nadie ofrece ayuda. El cardenal primado de la Iglesia Católica de Gran Bretaña, Basil Hume, reconoció que la Iglesia ha salido gravemente perjudicada con este escándalo y abogó por un mejor entrenamiento de los curas para que cumplan con sus votos de castidad.
Joanna Whibley, de 48 años, la mujer que hace 15 años tuvo un hijo con el obispo Wright, pidió ayer comprensión a la Iglesia y "un teléfono de ayuda" para que las madres en su situación puedan encontrar apoyo. En medio de la confusión, otra mujer, Adrianna Alsworth, una viuda de 39 años, confesó su tormentosa relación con Dermot O'Connor, un sacerdote que la ayudó a abrazar la fe católica, abandonando la Iglesia de Inglaterra. En Oban, capital de la diócesis del obispo Roderick Wright, se palpaba una atmósfera de cierta irritación ayer. Los colaboradores del sacerdote que lleva casi dos semanas en paradero desconocido en compañía de Kathleen MacPhee, se preguntaban si no ha llegado la hora de que Wright dé la cara y conteste a todas las preguntas que quedan en el aire. Por ejemplo, ¿por qué aceptó ser obispo en 1990 sabiendo ya que era padre de un hijo?
"Nos sentimos traicionados", declaraba el cardenal Thomas Winning, máxima jerarquía católica de Escocia y la persona contra la que se ha vuelto el dedo acusador por no haber hecho pública a tiempo la verdad sobre Wright. "No sabíamos si la madre de su hijo quería romper el secreto", comentó el cardenal. Hume había defendido días antes al obispo Wright y el voto de castidad de los sacerdotes católicos, aunque reconoció que la Iglesia podría "relajar" en un momento dado una norma que se ha impuesto a sí misma, "y que no es un mandamiento de Dios". El cardenal se ha mostrado ahora menos comprensivo con el obispo fugado por el "enorme daño que le ha hecho a la Iglesia católica".En espera de nuevos episodios en el folletín del obispo de Argyll, la mujer que, el jueves confesó ser la madre de su hijo, Joanna Whibley, explicó ayer con algún detalle los entresijos de la relación entre ambos. "Todavía le quiero" confesó, causando aun más sorpresa entre los seguidores de culebrón.[ En España, alrededor de7.000 sacerdotes han contraído matrimonio, según los datos de la Federación Internacional de Sacerdotes Casados. El obispo portavoz de la Conferencia Episcopal Española, José Sánchez, declaró el jueves que casos como el de Escocia "pueden hacer que la opinión pública se replantee el celibato, pero la Iglesia no; no es causa
suficiente].
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