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Reportaje:

Vivir con un vegetal

"Mi mujer ha olvidado su nombre, no me reconoce y confunde la televisión con la realidad"

, "Yo ya no soy su marido. Ahora soy ese". Hace siete años que Consuelo, la mujer con la que Francisco Galindo se casó hace 40, se convirtió.en un " auténtico vegetal" y su. marido aún no se la hecho a la idea. Galindo, que preside la Associació Familiars Alzheimer de Valencia desde 1994, relataba recientemente la infinita paciencia que. requiere aceptar que la vida de uno se va al traste con la llegada del señor Alzheimer: "Consuelo no puede hacer nada sola. Ha olvidado su nombre, no se reconoce en el espejo, ni distingue las imágenes de la televisión de la realidad. A su lado, la vida es una anécdota constante. Si me despisto un segundo, tira los platos a la basura o deja el gas encendido. Cada dos por tres se pone la ropa interior por encima del vestido; si le dejo el desayuno delante, se bebe su vaso y el mío. Es desesperante". A los 57 años, Consuelo empezó a perder la memoria y tras un periplo por varias consultas psiquiátricas, Galindo empezó a sospechar que las pastillas que les habían ido recetando, no surtían efecto. Fue entonces cuando pronunció la fatídica palabra: Alzheimer. Se compró toda la bibliografía publicada, se volcó de lleno en la enfermedad de su mujer y aprendió a malvivir con la demencia."Por las mañanas me da los buenos días muy respetuosamente y el resto del día ya sólo hablo yo", continuaba Galindo, sin ocultar que las llaves de la casa nunca han estado al alcance de su mujer. Un compañero de trabajo tuvo un descuido y su madre, afectada de Alzheimer, anduvo vagando perdida por las calles hasta las once de la noche. Para este tipo de casos, la Generalitat de Cataluña está intentando poner en marcha un mecanismo para que los ancianos, que teman o prevean llegar a pasar trances de este tipo, puedan designar previamente a un tutor que se ocupe de su cuidado y de las administración de sus bienes cuando la enfermedad les incapacite. La norma, que en octubre debatirá el Parlamento catalán, prevé también la posibilidad de que el anciano vete a alguien como tutor.- El siguiente paso, según el geriatra Francisco Guillén, será el de fomar convenientemente a la persona que ha de cuidar del enfermo. "Esta patología", dice, "es muy dura para el paciente y para el médico, pero sobre todo para el familiar que lo cuida". Para Francisco Galindo, su esposa se ha convertido en un vegetal. Para Lali Triviño, su marido se convirtió en "un niño grande que se moría poco a poco".Casos como el de Rita Hayworth y, mucho después, Ronald Reagan ayudaron a conocer más profundamente esta patología y fomentaron la organización de asociaciones, de familiares de afectados, que en los congresos empezaron a conocerse y a intercambiar experiencias. Ellos creen que los enfermos deben estar en casa, no en la residencia, ni en el hospital, siempre que sea posible. Pero piden más apoyo de la Administración.

Más información
El Alzheimer debería ser enfermedad, crónica, reclaman los afectados

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