Arenas acepta las demandas de los sindicatos y reitera el recorte en la prejubilación y la invalidez

La negociación del Pacto de Toledo sobre pensiones ha entrado en una guerra de nervios. Quedan pocos días y en el seno de todos los partidos y los agentes sociales hay reticencias. Pero las mayores discrepancias son las expuestas por la patronal y CEOE y por Izquierda Unida que hac colocado al borde de la ruptura el consenso sobre la reforma de las pensiones. El gobierno, pese a ello , está actuando contrarreloj para facilitar un pacto con los sindicatos. Ayer el MInistro de Trabajo, Javier Arenas, se reunió con los líderes de UGT y CC OO, Cándido Méndez y Antonio Gutiérrez, y aceptó sus principales demandas: retira los recortes propuestos sobre jubilación anticipada e invalidez y renuncia a incentivar el retraso de la jubilación.

Los tres principales frentes de discrepancia entre el Gobierno del Partido Popular y los sindicatos se han despejado, según la propuesta que les entregó ayer mismo Trabajo (ver gráfico). El Ejecutivo ha retirado su propuesta de penalizar más las jubilaciones anticipadas: proponía un coefiente reductor del 10% en lugar del 8% actual por cada año que se adelante el retiro. El 8% se queda como está y para las jubilaciones anticipadas forzosas se suaviza el coeficiente reductor hasta el 7%.También anula la propuesta de vincular un 20% de la pensión de invalidez al esfuerzo de cotización, así como los incentivos para que se retrase la jubilación más allá de los 65 años. Los sindicatos habían argumentado que ya existe la posibilidad de retrasar la jubilación para quien lo desee y que cualquier medida incentivadora perjudicaría al empleo para los jóvenes.

Arenas ha aceptado además que el aumento del periodo de cálculo de la pensión de ocho a quince años se aplique al ritmo de un año por ejercicio presupuestario -él quería dos por año-

La comida de ayer entre Arenas, Gutiérrez y Méndez fue pues fructífera. Bastante más que el encuentro entre los responsables de Trabajo y los dirigentes de la patronal celebrada en la noche del jueves. Allí un dirigente de CEOE aseguró: "Nosotros no pagamos esta juerga". Para la organización empresarial el Pacto de Toledo resulta muy caro por varias razones: no prevé una reducción de las cuotas, la cotización por salarios reales -los destopes- les supone un sobrecoste elevado y el fondo de reserva no contempla destinarlo a una futura reducción de las cuotas. En ese encuentro discreto la patronal dijo claramente que no puede apoyar ese acuerdo.

Oficialmente, la patronal reconoce que existen "graves puntos de fricción, discrepancias importantes y tensiones", pero no ha decidido formalmente la ruptura. Asimismo asegura que habrá nuevos encuentros discretos con Trabajo para la próxima semana y hasta que no vea el resultado de esos contactos, no habrá una decisión definitiva.

Las discrepancias entre la propuesta del Gobierno e Izquierda Unida no son menores, aunque por otras razones. La coalición no conoce el último borrador del Gobierno pero ha elaborado un documento en el que muestra su rechazo a buena parte de las propuestas del Ejecutivo hechas públicas a primeros de mes. El negociador de IU, Pedro Vaquero, asegura que su grupo valorará el documento final y entonces decidirá si lo apoya o no. Ayer anticipaba que, "si hay medidas de recorte, que las hay, nosotros no estaremos de acuerdo". IU cree que el sistema público de pensiones cuenta con un margen suficiente para que no haya recortes.

En caso de que IU se descuelgue del acuerdo, se planteará un problema con su socio Iniciativa per Catalunya (IC). Joan Saura, el negociador por IC, está manteniendo unas tesis muy similares a las de CC OO y UGT, y esta semana recordaba que IC es una organización soberana y no le vinculan las decisiones de IU.

En UGT y en CC OO también hay discrepancias internas. Algunos dirigentes ugetistas defienden que "al PP, ni agua". En CC OO, el sector crítico, liderado por Agustín Moreno, acusaba ayer a Antonio Gutiérrez de "boicotear la democracia" y de "negociar. a espaldas del sindicato". Moreno pedirá un referéndum en el seno de CC OO para aprobar el Pacto de Toledo.

Las dudas del PSOE se han aclarado en los últimos días tras el regreso a Madrid de su secretario general, Felipe González. Los representantes socialistas, que venían manifestando algunas resistencias al consenso, aseguran que el desarrollo del Pacto de Toledo que propone finalmente el Partido Popular "coincide con el programa electoral socialista".

En sus debates internos, dirigentes del PSOE han afirmado que se ha suavizado en exceso la reforma de las pensiones y que producirá un ahorro muy reducido. Ese extremo ha sido reconocido por Trabajo, ya que, además del ahorro que no se producirá con la retirada de los recortes citados, hay un gasto mayor en la mejora de las pensiones mínimas de viudedad para menores de 60 anos y en las pensiones de orfandad.