Sorpresas
Cabe preguntarse, ahora que empieza la nueva temporada, las sorpresas que nos deparará el mundo del arte. Si la nueva academia no cambia de opinión, muy probablemente seguiremos en el impasse de la gratuidad como tema de inspiración, ya que la referencia a la realidad ya no importa a los hacedores de la plástica novedosa.Año tras año se viene ensalzando un arte que parece delimitarse para complacer a críticos y pintores negados del placer de la vista. Arte de ciegos para ciegos es una definición un tanto arriesgada y que puede parecer peyorativa y desmedida, pero ya en los años treinta el crítico Claude Roger-Marx no dudó en calificar de esta manera a quienes se obstinaban en negar la realidad circundante.
Obsérvese que las exposiciones dedicadas a ensalzar la nada suelen montarse en edificios góticos, románicos o renacentistas, con lo cual se busca un marco que prestigie algo tan volátil y esotérico. La vanidad no tiene límite, y es por ello que el más anónimo de los mortales pretende poseer un pasado glorioso aun teniendo una realidad oscura. Ahora los ciegos mandan en el mundo el arte...-
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