"Lo único que deseo es mi identidad"

Marta Holgado, 62 años, reclama ser hija natural de Juan Domingo Perón, presidente-caudillo de Argentina en, tres periodos (1946-1952, 1952-1955 y 1973-1974). Regresó ayer a su país para someterse a la prueba del ADN (ácido desoxirribonucleico) con el fin de probar la veracidad de sus palabras. Pese a ello, hay mucha gente que cree que Perón no tuvo descendencia. "En 20 días se sabrá la verdad", dice sin mácula de duda. Vestida de negro, vestido amplio, pelo oscuro como el betún, habla sin gesticular. Errática. Como si la emoción fuera un adorno inútil.Pregunta. La Cámara de Apelaciones argentina ha ordenado la exhumación del cadáver de Perón para efectuarle la prueba del ADN. ¿No teme que esto le ocasione las iras de los peronistas más radicales que le veneran como una reliquia?

Respuesta. Antes de reliquia es mi papá. Es lo que la gente tiene que entender. Es un derecho constitucional. Quiero mi identidad. No he recibido presiones. De todos modos soy cabeza dura. Quedaron muchas cosas en el camino. No creo que ha sido fácil. Ahora es cuando llega la recompensa.

P. ¿Cuándo da usted a conocer que es hija de Perón?

R. Hace tres años y medio que puse el juicio. Pero en los años sesenta la prensa ya me reconocía [El periodista que contó la historia por primera vez, Juan Carlos Fernández Perna, dice que entonces se presentó como hija de Evita]. Pero hubo tres motivos por los cuales no dije quién era: vivía mi madre, no existía el ADN y porque fui perseguida por Isabel Martínez [María Estela, segunda mujer de Perón] y [José] López Rega, que hicieron desaparecer mi partida de nacimiento.

P. Aparte del aspecto sentimental de verse reconocida como hija de Perón hay un problema de herencia que le enfrenta a María Estela, la viuda.

R. No, no. A mí no me enfrenta a ella nada. En el caso de que salga con los papeles como corresponde, nadie me puede pedir nada. Lo único que deseo es mi identidad.

P. ¿Cuándo supo usted que era hija de Perón?

R. En el año 53. Me lo contó un guardaespaldas de mi papá. Me citó en una confitería. Me lo dijo sin miramientos. Sin anestesia. Pensé que era una broma. Luego me di cuenta de que no lo era. Hablé con mi madre. Me dio la versión correcta. Me dijo cómo eran las cosas. Al principio me lo tomé mal.

P. ¿Vio alguna vez a Perón antes de esa fecha?

R. Sí. Cuando tenía ocho años. Hubo una fiesta en el colegio y él vino con el chófer de la familia. [Perón] se acercó, me dio un beso, pero no me dijo que era mi papá. Me dijo que tenía una nena como yo que vivía en Italia y me regaló un misal. ¡Recuerdos imborrables!

P. ¿Cómo le explicó Perón que era su padre?.

R. Me dijo que había sido fruto de un amor como nunca había tenido. Me dijo que jamás había tenido hijos y que el hecho de tener una., hija era algo muy especial. Me contó que él era también, un hijo del amor. Que había sido hijo natural.

P. ¿Por qué él no quiso hacer pública su paternidad?

R. Él sí quería. La que no quería era yo. Mi madre vivía. Nosotros, mi papá y yo, teníamos un pacto de silencio mientras que viviera mi mamá. No la podía poner en la picota. [Su madre murió ocho meses después de Perón, en 1975].

P. ¿Le vio muy a menudo después de 1953?

R. A diario. Iba a verlo a la casa de Gobierno. Comíamos juntos. Iba a donde él vivía, al palacio de la avenida del General San Martín y Agüero. Hablábamos de arte. De música. Tocábamos el piano. Lo pasábamos bien... Lo pasaba muy bien con mi padre.

P. Todo eso se interrumpe cuando Perón se casa con María Estela...

R. Se empieza a interrumpir. Ella ha sido la culpable de muchas cosas que me han pasado.

P. ¿Se va de Argentina?

R. Me fui cuando pude. Mientras ella fue presidenta estuve secuestrada, me retiraron el pasaporte. Ella y López Rega.

P. Uno de los argumentos que esgrimen aquellos que no la creen es el hecho de que Perón era impotente o estéril.

R. Es lo que la gente habla, pero yo tengo la verdad acá, en mi sangre. ¡Qué digan lo que quieran!... Mi papá tuvo un accidente en Italia en el 39, pero yo fui concebida en el 33. Isabel, [María Estela] cuando fue a Argentina en el 92, salió en un periódico con letras así de grandes que ella había quedado dos veces embarazada de mi papá. Ella misma se contradice.

P. La persecución a la que dice que fue sometida durante la época de la Triple A, ¿cómo era?

R. Anónimos. Gente que me merodeaba. Me decían que iban a mandar la cabeza de mi hijo en una caja si no me quedaba quieta. Que iban a matar a mi mamá. Presión psicológica.

P. ¿Habló con Isabelita?

R. Sí, pero hubo un rechazo de piel. La intuición me dijo en cuando la vi: ésta es un advenediza. No me equivoqué.

P. López Rega, ¿también tuvo algo que ver?

R. El cerebro de todo esto. Hablé dos o tres veces con él, pero nunca del tema. Siempre le traté como un criado. No era otra cosa. Pero tenía una gran ascendencia sobre mi padre. Una vez le dije a mi papá lo que pensaba de López Rega. Pero él me decía que no, que era un buen criado, que le iba a la compra y que encima le ahorraba porque iba a los lugares que vendían más barato... Que estaba equivocada. ¡Terrible!