Un rabino en Montserrat
Cinco israelíes, acusados de robar 14 manuscritos antiguos en el monasterio benedictino catalán
Agentes de la Guardia Civil de Manresa (Barcelona) detuvieron el lunes a cinco ciudadanos israelíes cuando pretendían abandonar la montaña de Montserrat provistos de tres manuscritos en hebreo y de dos libros incunables en latín -todos ellos de incalculable valor- sustraídos previamente de la biblioteca del monasterio benedictino de la montaña de Montserrat (Barcelona). La Guardia Civil acusa al grupo de otra apropiación indebida, ya que el pasado mes de julio también se llevaron presuntamente otros nueve valiosos manuscritos, cinco en hebreo y cuatro en árabe.Los 14 manuscritos y libros robados en dos veces a los monjes de Montserrat son de los siglos XVII, XVIII y XIX, y únicos en su género.
La historia de las dos sustracciones no dejaría de parecerse a otras tantas que se cometen para apoderarse de objetos de arte antiguo si no fuera porque Elialiou Z., de 43 años y cerebro de la operación, es un rabino que trabaja en un centro de estudios hebraicos de Tel Aviv, la capital administrativa de Israel. La ley mosaica, como la doctrina cristiana, también condena y considera pecado el robo.
Junto con Eliahou Z. fue detenida su esposa, Esther G., de 31 años; los fotógrafos Haim Y., de 37 años, y Abraham A., también de 37, y el zapatero Abraham A., de 30. El zapatero es el único que permanece detenido, ya que en su poder fueron hallados el pasado lunes los cinco manuscritos. El juez le ha puesto una fianza de 1,2 millones de pesetas; respecto a los otros cuatro isaelíes, se ha propuesto que sean expulsados del país.
Pese a las apariencias, el motivo de las apropiaciones de los 14 libros y manuscritos no tiene fundamentos religiosos, sino pura y llanamente económicos.
Así lo piensan los agentes de la policía judicial de la Guardia Civil de Manrésa que el lunes echaron el guante a tan singular y heterogéneo grupo cleptómano. Los cinco israelíes, que hablan hebreo y francés y fueron aisistidos en el juzgado por un intérprete de hebreo, no aclararon a la policía si trabajan para una organización más amplia o son meros free lancers (personas que trabajan por libre). Lo cierto es que sabían lo que robaban -un rabino que trabaja en un centro de estudios hebraicos será seguramente la persona más indicada para saber cuándo tiene en sus manos un manuscrito hebreo de valor- y que el grupo está conectado con judíos ricos posiblemente interesados en la compra de documentos antiguos de su cultura.
Todo apunta a que el rabino Eliahou Z., en su primera visita a la biblioteca del monasterio de Montserrat el pasado mes de julio, se ganó la confianza del anciano monje archivero de la abadía, especialista en temas hebraicos. Las acreditaciones que presentó el rabino seguramente deslumbraron al sabio monje católico y, pensando que se hallaba ante un sesudo colega, le abrió las puertas de la biblioteca. Elialiou Z., acompañado por dos de los detenidos, solicitó al archivero acceder a nueve manuscritos hebreos y, árabes para fotografiarlos. Abusando de su confianza, los tres israelíes abandonaron el monasterio con los manuscritos en su poder y dejando sumido en la desesperación al anciano monje, que acababa de ver traicionada su amistad.
Pero, para mayor sorpresa, el pasado día 2 uno de los detenidos volvió a socilitar al bibliotecario que le facilitara el acceso a nuevos manuscritos. La reacción de los monjes fue proporcionarles los valiosos textos y, al tiempo, avisar a la Guardia Civil. Cuando el grupo del rabino pretendía abandonar la montaña, los guardias los detuvieron. Además de los cinco manuscritos, les encontraron siete volúmenes y libros hebreos posiblemente sustraídos en Alemania.
Uno de los manuscritos robados reúne una colección de citas de diversos autores, de documentos jurídicos y oraciones hebraicas, y en el último fólio figura una lista de personas a las que un rabino concedió el divorcio. Este texto data de 1815. Los dos libros recuperados figuran en el catálogo de incunables de Montserrat y son Sermones, de Leonardus de Utino, que data de 1745, y Mammotrectus Super Bibliam, de, Marchesinus lohannes, escrito en 1841.
Los nueve manuscritos robados en julio no han sido encontrados. La Guardia Civil ha comunicado el caso a la Interpol.
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