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Estancado el plan para deslindar los cauce y dominios de los rios.

Los ecologistas advierten de miles de casas en zona de avenidas

"Al paso que van acabarán dentro de cien años".Para Santiago Martín Barajas, presidente de la Confederación de Organizaciones de Defensa Am biental (CODA, 180 grupos) es "Inaudito" que un país como España, donde la irregularidad del caudal de los ríos puede sumir a la población en sequías extremas o en trágicas riadas como la de Biescas, "preste tan poca atención a la delimiitación del dominio público hidráulico y. que el Gobierno tenga estancado el programa LINDE", puesto en marcha hace dos años para deslindar el cauce natural de los ríos. Mientras, miles de casas invaden los cauces y entrañan' riesgos importantes.Con el Programa LINDE, España contaría con un mapa de lo que son los dominios de sus ríos; o sea, terreno de todos los ciudadanos y, además, áreas peligrosas, que no deben ser invadidas, porque la naturaleza puede que tarde o temprano, las acabe reclamando. Si la Ley de Costas fue aplaudida por todos por introducir orden en el litoral, aún está por llegar algo parecido en los entornos de los ríos.Entre las no muy abundantes voces de quienes han señalado que la ubicación del cámping de Biescas entrañaba riesgos evidentes se oyeron las de la CODA y la de Ramón Llamas, catedrático de Hidrogeología de la Universidad Complutense de Madrid. El 9 de agosto, tres días después del desastre del Pirineo, Llamas, al que se le considera padre de lo que opinó el PP sobre la política de aguas cuando estaba en la oposición, envió un fax urgente al departamento de Obras Hidráulicas del Ministerio Medio Ambiente pidiendo infórmación: "¿Cuál es la situación de las cuatro fases del programa LINDE? ¿Estaba incluido el cono de deyección del cámping de Biescas entre las fichas del LINDET?. Durante agosto nadie le contestó. "La prevención de avenidas", subraya, "no depende sólo de muros de hormigón, sino de una gestión del territorio que no acaba de entrar en la cabeza de la gente. El 95% del dominio público hidráulico está sin delimitar". En España existen 173.000 kilómetros de cauces naturales; con unos 20.000 kilómetros cuadrados de riberas (4% del territorio nacional).

Contra el uso indebido

Juan Serna, de la organización Fondo Patrimonio Natural Europeo, opina: "El programa LINDE es muy interesante, pero se estaba ejecutando mal, con falta de presupuesto y profesionalidad; además, lleva congelado unos meses". La Sociedad Española de Ornitología (SEO) dice en su informe Ríos de Vida: "Resulta sumamente interesante. Se trata de defender y preservar lo público frente a posibles intentos de apropiación o uso indebido por privados".

El Ministerio de Medio Ambiente reconoce que el plan está parado, porque, como lo puso en marcha el Gobierno socialista, deben evaluarlo y revisarlo. No dan más explicaciones.

"Ante la tragedia de Biescas", indica Martín Barajas, "sorprende la escasa capacidad de reacción de la administración hidráulica de Medio Ambiente. Ha dado la sensación de que no iba con ellos, cuando, además, hay cientos de puntos con instalaciones y viviendas metidas en el cauce natural de los ríos y que pueden acabar en tragedias". En un análisis hecho en primavera, Francisco Ayala, del Instituto Geominero, coincidía en esta advertencia; para él, las inundaciones que afectan a construcciones levantadas en ramblas de la fachada mediterránea y Canarias suponen uno de los máximos riesgos de catástrofe natural.

A falta de un inventario de la invasión del dominio público hidráulico, la CODA ha iniciado una encuesta con sus 180 grupos locales para detectar los casos más llamativos de invasión de cauces. Martín Barajas calcula que sólo en la Comunidad de Madrid hay unas 400 casas en terrenos de los ríos Guadarrama, Jarama y Henares. En el tramo del Guadarrama que corre entre Móstoles y Arroyomolinos han ido levantándose casas de fin de semana que, literalmente, están debajo de los puentes. La vista desde la N-V es estremecedora, con viviendas apretujadas y encajonadas junto al río.-Una tormenta de verano y esto es una trampa mortal", dice Martín Barajas.

El procedimiento para ese deslinde queda marcado por un decreto de 1986 que desarrolla la Ley de Aguas: "El cauce natural de una corriente es el terreno cubierto por las aguas en las máximas crecidas ordinarias"; o sea, "la media de los máximos caudales anuales, en su régimen natural, producidos durante diez años consecutivos". Delimita también "una zona de policía de 100 metros medidos horizontalmente a partir del cauce y con el fin de proteger el dominio público hidráulico", en la que "todas las construcciones de todo tipo" han de contar con la autorización de la confederación.

Más o menos

El siguiente caso es representativo del escaso rigor con que, según los ecologistas, se abordan muchos asuntos hidráulicos en España. En 1994, la Confederación Hidrográfica del Ebro recibió la consulta de un empresario que quería abrir un restaurante en el Pirineo de Lérida, junto al río Segre, y quería saber si se le permitía la obra en el terreno que había pensado. El jefe del servicio de control del dominio público hidráulico de la Confederación le envió esta carta:"Para definir con exactitud la delimitación por usted interesada, sería necesario realizar el apeo y deslinde del cauce previa tramitación del correspondiente expediente". Después propone el apaño: "No obstante y en evitación de dicha actuación, señalizamos en color verde en el plano por usted remitido, la línea que estimamos representa, aproximadamente, el alcance de las máximas avenidas ordinarias". Más o menos, y en pleno Pirineo.

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