Violenta protesta de los africanos expulsados en julio ante la sede de Interior de Guinea-Bissau

Los inmigrantes africanos expulsados desde España a Guinea-Bissau en julio pasado se rebelaron ayer para protestar por las condiciones de su detención en una comisaría de la capital, según informa la agencia France Presse. Los 46 deportados, en su mayoría nigerianos pero también cameruneses, ruandeses, togoleses y de otros países, atacaron con piedras y botellas la sede del Ministerio del Interior, cercana a su lugar de detención, y agredieron a la policía, que respondió con granadas lacrimógenas. Este año han sido detenidos en España más de 8.000 ilegales.

Los incidentes de ayer se produjeron después de que algunos ilegales sostuvieran una huelga de hambre para reivindicar su regreso a España o su instalación en Bissau en locales más decentes La oposición política de Guinea Bissau y las organizaciones locales de defensa de los derechos humanos han protestado por la decisión de su Gobierno de aceptar acoger a los africanos expulsados y por las condiciones de su detención.Uno de estos movimientos, Resistencia da Guiné-Bissau, asegura en un comunicado que, para reprimir la manifestación, un coronel de la policía, llamado Joao Monteiro, efectuó varios disparos. Con anterioridad, señala el comunicado, las fuerzas de seguridad ya habían amenazado con usar sus armas.

Las autoridades de Bissau han intentado en vano negociar la repatriación de los deportados a sus respectivos países de origen. Éstos, sin embargo, sólo buscan volver a España, y hasta entonces desean que se mejoren sus condiciones.

Cuestión de Estado

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, pidió ayer a todas las fuerzas políticas que traten como una cuestión de Estado la política de inmigración, y anunció además su intención de promover una ponencia en el Congreso para reforzar el diálogo de todos los partidos políticos sobre esta materia. El titular de Interior hizo estas declaraciones en una rueda de prensa, en Madrid, para presentar los 100 días al frente de su departamento.Por su parte, el director de la Guardia Civil, Santiago López Valdivieso, reconoció en Algeciras que el problema de la inmigración ilegal desborda cualquier medida policial, informa Miguel González. Más de 8.000 inmigrantes ilegales han caído en manos de las Fuerzas de Seguridad este año en toda España, la gran mayoría de ellos en Andalucía. La cifra, que supone casi la cuarta parte de las detenciones que se produjeron en todo el trienio anterior unos 35.000 arrestos entre 1993 y 1995-, refleja que la inmigración ilegal se ha convertido en un "problema crónico".

Así lo asumió Santiago López Valdivielso durante una visita a la Comandancia de Algeciras para conocer sobre el terreno a los efectivos a sus órdenes que vigilan el punto de España por donde más inmigrantes ilegales intentan entrar en el territorio nacional. Por la noche tenía previsto viajar en una patrullera por las aguas del Estrecho.

Ayer mismo, una patrullera de la Guardia Civil localizó a 17 ilegales marroquíes escondidos en la bodega y la cubierta del pesquero Helios, con base en Ceuta, cuando navegaba a tres millas de Punta Carnero, en Algaciras. El patrón y único tripulante de la embarcación ha sido arrestado. Es la segunda vez que es detenido por un delito, similar.