Pensiones
Entre la vorágine de declaraciones y desmentidos, globos sonda y decretazos con que se han caracterizado los cien primeros días del Gobierno de Aznar, sólo he podido oír una propuesta sensata: basar el cálculo para fijar las pensiones de la Seguridad Social en el cómputo total de la vida laboral de los afiliados.El PSOE ya tuvo dos borradores que contemplaban esta forma de cálculo (de aplicación en otros países europeos como Alemania), pero no tuvieron el coraje político suficiente para sacarlo adelante. Y, sin embargo, no hay nada más justo que concederle a cada uno la pensión en función de todo lo que ha aportado para ella. Aunque compartimos la idea de que siga siendo un fondo de reparto basado en la solidaridad, no es menos cierto que la caridad bien entendida comienza por uno mismo.
Para comprender lo injusto de la situación actual baste un ejemplo: trabajador que después de 30 años en una empresa queda en paro, tiene ya 50 años y ninguna esperanza de encontrar nuevo trabajo. Aunque haya cotizado el máximo esos años, le quedan por delante otros 15 en que será el Inem el que cotice por él, pero con la mínima cotización. Si se aplica el sistema vigente de computar sólo los últimos ocho años, al llegar a los 65 años de edad se jubilará con la pensión mínima, es decir, igual que si no hubiera cotizado nada.-
