Chirac receta optimismo y voluntad contra la crisis
Jacques Chirac reunió ayer a su Gobierno por primera vez después de las vacaciones y pidió a los ministros que diesen "señales de una "voluntad optimista" que conduzca "al dinamismo, y al espíritu de conquista". El presidente francés reconoció que "la situación social y económica sigue siendo difícil" pero esta realidad puede cambiarse si Gobierno, sindicatos, empresarios, partidos o ciudadanos deciden mirar la vida a través de cristales color de rosa.Chirac repitió que "hay que sobreponerse", a lo que respondió el primer ministro Alain Juppé declarándose dispuesto a llevar su plan de reformas "a una velocidad superior" en el plazo de seis meses. Para conseguirlo confía sobre todo en "ponerse a trabajar con espíritu activo" para que haya un acuerdo "para reducir con rapidez el horario de trabajo". Juppé está dispuesto a "ayudar a la pequeña y mediana empresa" y a "devolver poder de consumo a los franceses bajando los impuestos".
Los baños ministeriales de optimismo puede que sean eficaces, pero los hechos son tozudos. La reducción de los impuestos no se hará efectiva hasta 1998 y no superará los 18.000 millones de francos (unos 460.000 millones de pesetas) cuando el alza de la presión fiscal relativa a los ejercicios de 1995 y 1,996 es de más de 110.000 millones cada año; la reducción del tiempo de trabajo no soluciona la supresión de 7.000 puestos de funcionarios, ni los despidos que anuncian los astilleros y la industria militar, ni los 5.000 trabajadores del Crédit Lyonnais que van a ir a la calle debido a la mala gestión del banco, ni los 3.000 empleos menos de Correos o los 4.500 amenazados en los ferrocarriles.
Gafas de color negro
Un 73% de los empresarios lleva gafas de un color que no es el recomendado por Chirac, pues lo ve todo muy negro. Un año atrás, sólo un 47% de ellos mostraba tanto desánimo. Antes de la llegada al poder de Chirac, un 35% de la deuda pública francesa estaba en manos de extranjeros, pero hoy sólo un 15% de éstos sigue confiando sus ahorros en el actual Gobierno. El 77% de los franceses cree que el otoño será caliente y así lo pronostican los, sindicatos.Entretanto, ayer, volvieron a tener lugar varias manifestaciones de protesta en París y en otras ciudades contra la decisión del Gobierno de expulsar a inmigrantes africanos. En la capital, entre 10.000 y 20.000 personas desfilaron cerca de la iglesia de Saint-Bernard, el templo donde se habían encerrado los sin papeles, y se registraron algunos choques con la policía, "No es a los africanos a quienes hay que expulsar, sino a Juppé a quien conviene destituir", rezaba una pancarta. Al menos 15 inmigrantes africanos fueron expulsados ayer desde un aeropuerto militar a noroeste de París con dirección
Senegal y Mali, según Reuter. La agencia, France Presse informó luego de la salida a última hora de otros dos aviones que transportaban a más ilegales.
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