San Sebastián pone una macrobarra callejera y prohíbe las de los bares

El Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes (58.000 habitantes) montará una gran barra de bar con forma de coso taurino para servir a los vecinos de la localidad durante las fiestas patronales que comenzará el próximo 24 de agosto. Este mostrador sustituirá a los que hasta ahora colocaban los bares del pueblo en las calles, que este año estarán totalmente prohibidos.El Consistorio ha adjudicado este servicio, que se ubicará frente al edificio del Ayuntamiento por tres millones de pesetas y pretende así acabar con la costumbre de que los locales de copas invadan las calles con mostradores portátiles durante los festejos: "No se trata de afán recaudatorio, sino de dar este servicio en un lugar en el que no afecte a los vecinos que protestaban todos los años por la proliferación de estas barras en calles estrechas y de difícil acceso", asegura José Luis Gómez, concejal de festejos.

La medida no ha sido bien recibida entre los propietarios de los establecimientos hosteleros, que aseguran que el Ayuntamiento quiere capitalizar los beneficios económicos de esta tradición: "No es lógico que nos lo prohiban y ellos monten una [barra] para que el negocio beneficie sólo al adjudicatario", se queja J. C. S., dueño de un local. El pasado año se montaron alrededor de diez de estos mostradores durante las fiestas.

"No entiendo las protestas, porque se comunicó a todos que podían presentar sus ofertas y sólo se presentaron dos. Al final, se ha adjudicado teniendo en cuenta criterios como el artístico, además del económico", asegura el edil de festejos.

La concesión ha recaído en el empresario Francisco Benito, propietario de dos locales de copas en el municipio, que decorará la barra como si se tratase de un tendido de una plaza de toros.

Conciertos suspendidos

Por otra parte, el Ayuntamiento ha anulado las actuaciones del grupo Ketama y de Rosendo que estaban previstas para los días 24 y 31 de agosto, respectivamente. El motivo ha sido que el Consistorio no ha podido llegar a un acuerdo con el representante común de los artistas, que imponía unas condiciones calificadas como "inaceptables" por el concejal de festejos.El representante pretendía, según el concejal, que se les pagara siete millones de pesetas si se suspendía el concierto y sin embargo ellos no pagan nada si la cancelación era por su culpa. "También querían más de 60 agentes de seguridad y recibir un millón de pesetas si alguien lanzaba objetos al escenario", continúa el edil, que asegura que se están buscando sustitutos a éstas actuaciones.