Orinar en la calle
El viernes día 19 de julio, se publicaba una crónica de Atlanta sobre la detención y puesta en libertad por el juez de dos olímpicos españoles por orinar en la calle.Se producían comentarios entre irónicos y despectivos sobre la actuación de la policía, pero ninguno sobre:
a) La "actuación" de los españoles que justificaba sin más.
b) La del sistema americano que en cuatro horas había puesto a los infractores a disposición del juez, y éste, además de liberarlos, les ofrecía excusas.
c) La actitud de la federación correspondiente que, naturalmente, tampoco tenía nada que decir sobre las acciones de sus federados.
Claro que, viviendo en Madrid, una ciudad donde las heces de los perros cubren las calles' y muchos taxistas y mucha de nuestra juventud orinan en cualquier parte, no me extraña nada.
Lo que me extraña es que EL PAÍS soporte crónicas de ese estilo, que ayudan a mantener que ese tipo de necesidad puede y debe hacerse cuándo y dónde le venga en gana a cualquiera, porque entre otras cosas, nadie va a decir nada.-
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