Los republicanos eligen oficialmente a Bob Dole candidato a la Casa Blanca
A sus 73 años, Bob Dole culminó ayer un sueño alimentado durante toda una vida dedicada a la política y fue oficialmente elegido candidato del Partido Republicano a la presidencia de EE UU. Con su nombramiento, los conservadores norteamericanos no ofrecieron al electorado el experimentado senador que construyó casi toda su carrera en los pasillos de Washington, sino el hombre "sencillo" que siempre ha defendido sus principios ''con honor", "el héroe tranquilo dispuesto a responder de nuevo a la llamada de la nación".
Cuando Dole debía subir anoche -madrugada de hoy en España- al podio para ofrecer lo que sería uno de los discursos más importantes de su vida y, sin duda, el más importante de esta campaña electoral, varios periodistas habían abandonado ya San Diego como protesta por el control impuesto por los organizadores de la Convención para evitar que descubran las divisiones que afectan al Partido Republicano desde hace meses.El caso más notorio ha sido el de Ted Koppel, el famoso periodista de la ABC, quien regresó a Washington después de comentar que esto era "un acto comercial, no un hecho noticioso". Su compañero de cadena, Peter Jennings, advirtió que lo que ha ocurrido aquí "no beneficia ni a los medios de comunicación ni al Partido Republicano, pero sobre todo al Partido Republicano".
Lo que ocurrió en San Diego es que, ante el miedo a exhibir divisiones, los dirigentes republicanos controlaron, no sólo los discursos del podio, sino hasta los comentarios de los delegados en los pasillos, a los que se les impartieron instrucciones de qué contestar a determinadas preguntas de los periodistas.
El resultado fue que la uniformidad monolítica de las respuestas y de los discursos, todos orientados a dar una imagen de moderación y de unidad, le restó credibilidad y, por supuesto, impacto noticioso a lo que se esperaba como una de las Convenciones más apasionantes de las últimas décadas.
La culminación del espectáculo llegó el miércoles por la noche, cuando la esposa del candidato presidencial, Elizabeth Dole, micrófono en mano, recorrió los asientos del Centro de Convenciones, al modo de uno de los populares directores de los talk-shows televisivos, y mantuvo entrevistas "espontáneas" con diversas personas vinculadas a su esposo.
Ese mismo día, en aras de darle a la reunión un toque colorista, pasaron por el podio un mutilado en la guerra de Vietnam, una ex miss America, un sindicalista y un campeón olímpico. Un día antes, Newt Gingrich había salido acompañado de un famoso jugador de volley-playa, con la intención de contrarrestar su imagen de dureza.
La fiesta del miércoles acabó con el tradicional proceso de votación, en el que Dole resultó vencedor. El senador John McCain, prisionero en Vietnam y uno de los mejores amigos de Dole en el Capitolio, presentó al candidato como "un hombre modesto que cumple con su deber sin quejas y sin esperar recompensa".
"Designamos a Bob Dole, porque es un hombre de honor, un hombre de firmes convicciones y profundos compromisos con la causa de su país. Porque esta nación merece algo mejor que el camino sin rumbo que hemos tenido en los últimos cuatro años. Porque no saldremos de este siglo sin afirmarle al mundo que América, la bendita y preciosa América, seguirá siendo lo que siempre ha sido: la última y mejor esperanza sobre la Tierra", manifestó McCain.
"Otros pueden ofrecerle espectáculo", dijo el senador en el momento de éxtasis de la jornada, "pero Bob Dole ofrece su liderazgo, una cualidad evidente en la estatura de un hombre que arriesgó su vida por amor a su país y que considera un honor servir a América".
[La Casa Blanca desveló ayer la publicación de un libro del presidente Bill Clinton, coincidiendo con la Convención Demócrata a fin de mes, titulado Entre la esperanza y la historia: enfrentándose a los retos de América en el siglo XXI, informa Reuter.]
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