Dole busca reconstruir la unidad republicana en la Convención de San Diego con el apoyo de Powell
ENVIADO ESPECIALEl general Colin Powell, uno de los hombres más populares de Estados Unidos, fue invitado a hablar ayer en la apertura de la Convención de San Diego como la única baza del Partido Republicano para atraer los votos moderados que necesita para ganar las elecciones de noviembre. Powell, ex jefe del Estado Mayor y héroe de la guerra del Golfo, es la única figura partidaria del aborto y de la asistencia pública a los pobres a la que se ha autorizado el uso de la palabra en una convención que trata desesperadamente de reconstruir la unidad de los conservadores.
Ningún instrumento mejor para recuperar esa unidad que la leyenda de Ronald Reagan. El Popular ex presidente, aquejado de la enfermedad de Alzheimer, no pudo estar ayer junto a los delegados que viajaron hasta la ciudad sureña californiana. Pero su recuerdo estuvo presente en la voz de su esposa, Nancy, y en un vídeo que evocaba los momentos de gloria que el actor transformado en político dio al Partido Republicano a lo largo de los años ochenta.También los ex presidentes Gerald Ford y George Bush tenían previsto intervenir en la sesión de ayer, que no había concluído en el momento de cerrar esta edición. Pero la estrella de la noche era, sin duda, Colin Powell, el único orador cuyo discurso no ha sido previamente pactado con los organizadores de la Convención. Ésa es la condición que el general, incorporado el año pasado a esta formación política, puso cuando se le invitó a dirigirse a los delegados.
Fuentes del entorno de Powell anticiparon que el general haría referencias muy breves a los asuntos del aborto y del bienestar social, y que concentraría su discurso en explicar las razones que lo llevaron a hacerse republicano y en convocar a la unidad.
La Convención, controlada por los elementos más conservadores del partido, ha privado ya del uso de la palabra al gobernador de California, Pete Wilson, por su posición favorable al aborto, lo que resulta insólito por tratarse, no sólo de uno de los principales líderes del partido, sino del gobernador del Estado anfitrión. También el gobernador de Nueva York, George Pataki, igualmente proabortista, ha renunciado a hablar.
Los alcaldes republicanos de las dos mayores ciudades del país, Richard Riordan, de Los Ángeles, y Rudolph Giuliani, de Nueva York, están ausentes de esta reunión por sus discrepancias con la dura política antiinmigración adoptada aquí.En esa situación, la preocupación por la unidad se ha convertido en la obsesión de este congreso,que constituye una de las últimas oportunidades del candidato Bob Dole de recortar la diferencia que el presidente Bill Clinton lleva en las encuestas.
Uno de los grandes símbolos de esas amenazas a la unidad es Pat Buchanan, a quien también se le ha impedido hablar en San Diego, pero que ha conseguido introducir sus posiciones contra el aborto y contra la inmigración en la plataforma de la Convención. Buchanan, que ayer apoyó formalmente la candidatura de Dole, se reunió el domingo por la noche con sus seguidores en una miniconvención Particular, en Escondido, a pocos kilómetros de San Diego, para celebrar lo que se considera una plataforma buchanista y para hacer su particular aportación a la unidad.
"Al menos durante las próximas 10 semanas, nobles y campesinos tenemos que suspender nuestras batallas para concentrarnos en la causa común de derrotar a Bill Clinton y al príncipe Alberto [Al Gore] y desposeerles de sus territorios al esíe del río Potomac", declaró Buchanan. "Hoy", añadió el controvertido comentarista, "este disputado y dividido partido nuestro necesita una tregua, una tregua temporal, la tregua de San Diego".
Tregua aún no visible
Esa tregua todavía no es visible en las calles de San Diego. El gobernador Wilson y otro de los gobernadores con más prestigio del país, William Weld, de Massachussetts, fueron ovacionados el domingo por más de 600 personas que les dieron las gracias por su firmeza en favor de mantener el derecho al aborto.En otra reunión paralela a la Convención, la de los homosexuales republicanos, Steve Gunderson, uno de los dos congresistas abiertamente gays, trató de calmar los ánimos de ese colectivo, que se queja de la exclusión de todas sus reivindicaciones en la plataforma republicana.
Gunderson dijo que la designación de Jack Kemp como candidato a la vicepresidencia servirá para hacer una campaña más aperturista. Como se esperaba, Kemp está sirviendo hasta el momento para aglutinar a los republicanos. Es uno de los hombres de los que casi nadie habla mal en San Diego. Algunos, incluso demasiado bien. Como el. presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, quien ha advertido que Kemp no será ese tipo de vicepresidente al que se deja en el armario. Kermp tiene fama de indisciplinado y de no aceptar la autoridad de Dole.
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